El edificio se implanta en un barrio en profunda transformación desde el punto de vista demográfico, en el distrito XIX de París, entre el canal de l’Ourcq y la huella del ferrocarril de la petite ceinture. Para hacer frente a este contexto tan cambiante y favorecer la mezcla urbana, el proyecto propone un programa en 7 alturas que incluye 98 viviendas para estudiantes y 30 de carácter social, una casa de acogida especializada y 3 locales comerciales.

En la planta baja se sitúa la zona de comercio, con escaparate a la calle, y el centro de acogida, cuyas habitaciones y salas de estar cuentan con orientación sur y con un jardín privado en el interior de la manzana al que se abren con grandes correderas. El resto del edificio se ocupa con unas viviendas en su mayor parte pasantes y organizadas con los dormitorios y los baños en el norte, y las salas más públicas, como el salón y la cocina, en el sur. Mientras que la fachada septentrional se compone de balcones corridos, en su opuesta aparecen unos pequeños invernaderos o jardins d'hiver que permiten prolongar la casa hacia el exterior aumentando la superficie habitable. Estos, además de funcionar como espacios polivalentes que varían según el clima o la estación, posibilitan un mejor acondicionamiento al actuar como colchones climáticos regulables.