El barrio de La Chesnaie en Saint-Nazaire es un símbolo del urbanismo de los años 70. Torres y edificios lineales conforman un paisaje de baja densidad situado de manera ideal entre el mar y el centro de la ciudad. A pesar de sus grandes ventajas, hoy en día es un territorio degradado que ha perdido parte de su atractivo.

Para combatir este problema, y siguiendo con la teoría de rehabilitación frente a la demolición-reconstrucción —iniciada con el proyecto del bloque parisino de Bois-le-Prêtre—, los arquitectos proponen una intervención sostenible mediante la transformación radical de una de las torres, remodelando las 40 viviendas existentes y ampliándola con la creación de 40 nuevas casas injertadas en sus fachadas. Con una construcción optimizada, sin necesidad de obras que afecten a la estructura u organización del edificio, esta estrategia ofrece un modelo extrapolable a otros inmuebles del barrio en situación similar. En caso de ser adoptada, permitiría la creación de 250 nuevas viviendas y la transformación cualitativa de 312 existentes sin disminuir la superficie del gran parque central cuya escala, al servir a un barrio de mayor densidad, pasaría a convertirse en un espacio de actividad ciudadana en lugar del vacío urbano que es actualmente.