El proyecto comprende 59 viviendas sociales de alquiler que se inscriben en la ‘Cité manifeste’ realizada en 2005 con la HLM (sociedad para viviendas de precio moderado), un manifiesto que define la vivienda en términos de calidad. Defiende, por ejemplo, que el tamaño de las casas debe ser superior al estándar, que han de tener superficies adicionales con características especiales y ambientes climáticos diferentes o que se debe prestar especial atención a la construcción para optimizar su coste en relación al número de viviendas y buscar así una rentabilidad global del proyecto.

En esta intervención todas las viviendas —de una planta o dúplex— son pasantes y sus dimensiones llegan a ser hasta un 50% superiores a las de una casa estándar. Todas cuentan con invernaderos y balcones que amplían y enriquecen las viviendas, y la construcción es, gracias a los sistemas industrializados, competente en términos de economía energética según los baremos BBC (inmuebles de bajo consumo) y HPE (buen comportamiento energético). La concepción del proyecto responde a los objetivos de respeto del entorno, a la noción de economía de medios y a una filosofía de desarrollo sostenible en la que la prioridad es la calidad de vida y el confort de los inquilinos.