Construido en 1884, el edificio histórico fue ampliado varias veces entre 1920 y 1970, hasta que Moneo concluyó la manzana con el edificio ‘cierre’ en 2006. Desde 1986, cuando Paredes Pedrosa recuperan para sala de exposiciones el antiguo acceso en chaflán de Cibeles, son diversas las intervenciones: recuperación de mansardas (2009), núcleo de comunicación vertical y espacio expositivo (2011), patio de operaciones en planta principal (2013), archivo general y espacio originario basamental (2015). En todas ellas el objetivo ha sido desvelar espacios olvidados y tabicados en los que las amplias alturas originales estaban ocupadas por forjados apresurados para ubicar oficinas, despachos o incluso almacenes e instalaciones. De la lectura de los antiguos planos se deducían interiores desconocidos que han sido puestos en valor y en uso para incorporarse a las necesidades actuales y cambiantes de la institución. Junto a la inserción de nuevas arquitecturas, se han restaurado los elementos ornamentales y constructivos hallados como en el basamento, frente al Paseo del Prado, donde se restituye un gran espacio originario y los techos de acero, ocultos desde su construcción. Los nuevos espacios dan soporte expositivo a nuevos usos, como ocurre en la escalera nueva con la instalación de Ignasi Aballí Zona Euro.