El Pabellón de Francia en la Exposición Universal Shanghái 2010 refleja una imagen positiva de las ciudades y su relación con las personas; propone un futuro en el que las construcciones humanas y las de la naturaleza estén entrelazadas. Con ese objetivo, el pabellón toma la forma cartesiana de un cuadrilátero revestido de una leve malla mineral y suspendido sobre un estanque reflectante. En el centro del mismo, en un patio abierto al cielo y limitado lateralmente por las salas de exposición, se sitúa un jardín geométrico francés dispuesto en vertical cubriendo las paredes del patio y configurando un recinto vegetal de gran efecto escenográfico.

El itinerario de los visitantes se inicia en la planta de acceso —ocupada en casi toda su superficie por el estanque reflectante—, tomando un largo tramo de escaleras mecánicas que discurre junto a la celosía de piedra y asciende hasta la quinta planta, a 14 metros sobre el nivel de acceso. Desde allí puede salirse al jardín situado en la cubierta, donde hay un bar restaurante con vistas hacia la ciudad, o empezar el descenso por una rampa de suave pendiente en cuyas paredes se muestran los contenidos de la exposición. El lado de las salas que da al patio permanece cubierto por la vegetación del jardín vertical, que se convierte así en el centro temático del pabellón y en un espacio de diálogo privilegiado entre las culturas china y francesa, cada una de las cuales cuenta con una rica tradición paisajística. El lema del contenido del pabellón es ‘La Ville Sensuelle’ (La ciudad sensual), un lugar para el disfrute de los sentidos: el gusto, el olfato, el tacto, el oído, la vista y el movimiento. La visita comienza con un espacio dedicado a la pintura del artista francochino Zao Wu-Ki, continúa con el área del gusto, representado por la cocina francesa, y sigue con espacios dedicados a la naturaleza en la ciudad, el futuro de la ciudad, el cielo de la ciudad, el movimiento en la ciudad y la noche en la ciudad. Finalmente, podrán verse siete obras maestras prestadas por el Museo de Orsay: L’Angelus de Millet, Le Balcon de Manet, La sale de danse à Arles de Van Gogh, la Femme à la cafetière de Cézanne, La loge de Bonnard, Le repas de Gauguin y L’age d’Airain de Rodin. Aparte del atractivo de estos lienzos, el Pabellón de Francia ofrece la posibilidad de realizar reportajes fotográficos de bodas utilizando sus jardines como escenario, lo que ha hecho de él uno de los más populares de la Exposición Universal... [+]