El Pabellón de los Emiratos Árabes Unidos para la Expo de Shanghái se inspira en un elemento natural que comparten los siete emiratos: las dunas de arena. La variedad de colores y texturas que puede encontrarse en el país se unifica en una piel dorada que recubre una lámina de doble curvatura, formada por una trama triangulada de planchas de acero de dos metros de lado. La luz difusa penetra en el edificio durante el día e ilumina espectacularmente el pabellón por la noche. Siguiendo el lema de la Exposición Universal, ‘Mejor ciudad, mejor vida’, el edificio también mostrará diversas estrategias ambientales. 

El paisaje y el entorno de EAU son parte de la identidad y la cultura emiratí, siendo la forma de la duna un elemento identificativo de su territorio. En los últimos años, los Emiratos Árabes han desarrollado una ambiciosa agenda sostenible, y el pabellón será un escaparate de proyectos como Masdar, una ciudad de nueva planta de 600 hectáreas que se convertirá en la primera comunidad carbon neutral y sin residuos del mundo. Al igual que Masdar aspira a convertirse en un centro para el desarrollo de nuevas ideas para la producción de la energía, el pabellón será una referencia en cuanto al origen de la energía, siendo su forma tecnológica una expresión de las medidas ambientales pasivas que emplea. El proyecto del pabellón contempla la posibilidad de desmontarse y trasladarse a otra localización al finalizar la Expo de Shanghái. 

Conformadas por el viento, las dunas naturales tienen una textura rugosa en los lados que soportan la fuerza del viento y más suave en la cara sobre la que se deposita la arena después de ascender rodando hasta la cresta. El diseño del pabellón reproduce la forma de una duna, protegiendo del fuerte viento de Shanghái la cara suave del volumen. La curva superior de la duna responde al arco del recorrido solar y se orienta hacia el norte, evitando el deslumbramiento directo que se produce en la orientación sur y permitiendo que la luz indirecta entre en las zonas estanciales a través de un sistema de celosías. La pendiente asciende hasta los veinte metros de altura para albergar los espacios expositivos, y los accesos en forma de arco se protegen con marquesinas para resguardar a los visitantes que harán fila para entrar en el edificio. 

El acabado exterior es de chapa de acero inoxidable en color oro, cuyos reflejos variarán con la inclinación solar. El pabellón se orienta hacia una plaza pública, con la que forma un conjunto de unos 6.000 metros cuadrados; el área construida asciende a unos 3.000 metros cuadrados, incluyendo el centro de negocios situado en la entreplanta... [+]