Museo Guggenheim, New York
Frank Lloyd Wright 

Museo Guggenheim, New York

Frank Lloyd Wright 


El museo Guggenheim es el paradigma de la creación original de un artista enfrentado a las convenciones de su tiempo. Cuando, tras muchas dificultades, obtuvo el permiso para construirlo, el propio Wright expresó así su satisfacción: «He estado diseñando este edificio para otros durante 25 años; ahora voy a diseñarlo para mí mismo.»

Solomon R. Guggenheim era un magnate ilustrado a quien la supuesta baronesa europea Hilla Rebay había convencido para crear una fundación dedicada al arte ‘no objetivo’ (véase A&V  39) . Guggenheim quería para su colección un entorno arquitectónico tan revolucionario como las pinturas que iba a albergar. Cuando vio el proyecto, le dijo a Wright: «Sabía que usted podía hacerlo, pero no tenía ni idea de que pudiese hacerlo así de bien.» 

Situada frente a Central Park, la imponente masa curva de su volumen principal va girando y creciendo en anchura a medida que se eleva, a modo de zigurat invertido (‘tarugiz’, como aparece escrito en el dibujo de la sección). Su carácter macizo y la luminosidad del color crema contrastan violentamente con las retículas de ventanas y las fachadas más sombrías de sus vecinos.

El interior es uno de los espacios más impresionantes de toda la historia de la arquitectura. Un gran vacío central, rematado en un amplio lucernario circular, está delimitado por una rampa helicoidal definida por la alternancia de los parapetos claros y los vanos oscuros.

Se trata de un edificio de circulación lineal. Los visitantes suben en ascensor hasta la última planta, para descender después, suave y continuamente, por la rampa. Mirando hacia dentro observan el vacío a sus pies, y en la parte externa contemplan los cuadros, apoyados en una pared inclinada e iluminados por una banda continua de claraboyas. Esta disposición le granjeó las críticas de muchos artistas e incluso del propio director del museo.

Toda la estructura es de hormigón armado con forjados en voladizo, un sistema que volvió a plantear serias dudas a las autoridades responsables de la edificación en Nueva York. Forma y estructura están tan íntimamente relacionadas que casi no hay distinción alguna entre ellas.

En el 30° aniversario de su inauguración, el museo fue catalogado como edificio histórico; en 1992 fue completamente restaurado y ampliado (véanse Arquitectura Viva 27 y A&V 39); y hoy forma parte de los 17 edificios protegidos por el AIA. 

Siempre que le preguntaban cuál consideraba su mejor obra, Wright inevitablemente respondía: «La próxima.» Esta fue la última...[+]


Apertura
Vista superior del vacío central.

Fotos
Ezra Stoller, Michael Freeman, Robert E. Mates / Fundación Guggenheim.