Casa Winslow, River Forest
Frank Lloyd Wright 

Casa Winslow, River Forest

Frank Lloyd Wright 


A las pocas semanas de abandonar el estudio de Sullivan, Frank Lloyd Wright ya estaba trabajando en su primer encargo. Tenía sólo 26 años.

La casa Winslow —como todas las obras que suponen un salto adelante— resultó polémica por su novedad. Por entonces, lo que estaba de moda en las elegantes urbanizaciones que rodeaban Chicago era una especie de estilo ‘neo-Tudor’ con tejados muy inclinados. Wright, por el contrario, creó una mezcla de clasicismo y pintoresquismo que sorprendió completamente a sus clientes. El siguiente en encargarle una casa le dejó bien claro que quería algo totalmente distinto a la casa de los Winslow, para evitar que sus vecinos «se rieran» de él.

Algo muy chocante de la casa Winslow es la estricta simetría de su fachada principal, un recurso compositivo que Wright prácticamente abandonó después (al igual que las ventanas de guillotina). Esta simetría se va diluyendo hacia el fondo de la parcela, de modo que la fachada posterior es una composición más movida, dominada por el semicilindro del mirador situado en la planta baja y el cuerpo vertical de la escalera. También era muy novedoso para la época el tratamiento natural de los materiales: la piedra gris, el ladrillo dorado y el hormigón blanco se dejan vistos, con un sentido de la honestidad constructiva inusitado en aquel tiempo y lugar.

Aparecen por vez primera en esta casa algunos de los rasgos que van a caracterizar toda la arquitectura residencial de Wright: un zócalo a modo de estilóbato donde se apoya la masa del edificio; una familia de cubiertas inclinadas de poca pendiente con grandes aleros en voladizo; una o varias chimeneas situadas en el centro de la composición que contribuyen también a la solidez estructural; y finalmente, una distribución en dos plantas, de las cuales la inferior alberga los espacios más interesantes y representativos, mientras que la superior se resuelve con funcionalidad y pragmatismo a base de cuartos sencillos y corredores. Una buena muestra de los primeros es el rincón de la chimenea situado directamente frente a la puerta de entrada y delimitado por una esbelta columnata arqueada.

A la vista de este edificio, Daniel Burnham —verdadero patriarca de la arquitectura de Chicago en aquellos años— se ofreció a pagar a Wright sus estudios en la École des Beaux-Arts de París, con grand tour a Italia incluido, pero éste no aceptó. Hoy, la casa Winslow es una de las 17 obras seleccionadas por el American Institute of Architects (AIA) como ejemplos de la aportación de Wright a la cultura norteamericana… [+]


Apertura
Motivo decorativo tallado en madera.

Fotos
Paul Rocheleau.