Casa Jacobs, Madison

Frank Lloyd Wright 


Wright concibió en los años treinta un nuevo método para construir residencias integradas en su concepción urbana de Broadacre. Las denominó casas ‘usonianas’ y estaban dirigidas a la nueva clase media que no se podía permitir grandes gastos en su vivienda suburbana.

Wright consideraba La Miniatura como su primera casa usoniana, pero este honor parece corresponder con más justicia a la primera casa Jacobs (el mismo cliente le encargó ocho años más tarde otra vivienda). El nuevo perfil social de sus ocupantes se refleja en la simplificación del programa funcional: no hay dormitorios de servicio; desaparecen los gabinetes y salones de recepción, por lo que todas las actividades colectivas se condensan en una única sala de estar; la cocina no se relega a un extremo ni se oculta a la vista, y así la labor del ama de casa se integra más en la vida familiar; y los establos y garajes quedan reducidos a una puerta cochera.

La planta presenta un esquema en L, uno de cuyos brazos está ocupado por el espacio amplio y más alto del salón, mientras que el otro alberga los dormitorios y un estudio. En el punto de unión de las dos alas se sitúa un núcleo de servicios que contiene el baño y la cocina, frente a la cual se sitúa el rincón del comedor. Todos los espacios vivideros se abren, mediante puertas acristaladas, a terrazas con vistas al paisaje y a los jardines exteriores. Toda la composición se apoya en una retícula rectangular de 2 por 4 pies (60 por 120 centímetros), que más tarde derivaría en el módulo hexagonal de la casa Hanna, conocida como ‘el panal’.

Toda la construcción se apoya en una losa flotante, sin más cimentación, en la que se integran las tuberías para la calefacción; tan sólo hay una pequeña excavación en la cocina, para la caldera. El núcleo de los servicios es de fábrica de ladrillo, pero el resto de los muros consiste en un entramado de postes verticales de madera de pino y tablones horizontales de secuoya (de 9 pulgadas, 23 centímetros) rematados con tapajuntas también de pino (de 3 pulgadas, 7,6 centímetros). La esbeltez de esta especie de pantallas de cerramiento se compensaba gracias a los ángulos y a la construcción de estanterías, cajoneras y armarios empotrados. De este modo, Wright transformó la famosa máxima de Sullivan «la forma sigue a la función» en «la forma y la función son una sola cosa».

Verdadero prototipo de las casas usonianas que Wright iba a construir en los 20 años siguientes, la Jacobs fue restaurada en 1987 bajo la dirección de John A. Eifler y hoy está catalogada en el Registro Nacional de Lugares Históricos norteamericanos…[+]


Apertura
Detalle exterior de los muros de madera.

Fotos
Paul Rocheleau.