Instituto La Orotava, Tenerife
AMP Arquitectos 

Instituto La Orotava, Tenerife

AMP Arquitectos 


A cuarenta kilómetros de Santa Cruz, el municipio de La Orotava aloja el valle del mismo nombre por el que se asciende hasta la cumbre del Teide, y una villa con una larga historia, conocida por su arquitectura de grandes casonas y generosos jardines salpicando la trama. En este paisaje singular a caballo entre las terrazas volcánicas y las últimas construcciones urbanas, se levanta el instituto Rafael Arozarena, donde estudian alumnos de secundaria, bachillerato y formación profesional. 

De hormigón cromado y fragmentado en cuerpos que abrazan el paisaje, el instituto asume y redibuja los muros de piedra que tallaban la ladera, y se apoya en ellos para generar patios de recreo y recorridos exteriores.

En la parcela, con una suave pendiente, existían muros pétreos para la contención de los bancales agrícolas sobre los que el centro educativo, con una disposición en alas abiertas hacia el norte, se apoya puntualmente. Una vía rodada en el flanco sureste conduce hasta la entrada en forma de rampa ascendente, situando a los estudiantes en la planta más alta del conjunto, donde se alojan el gran vestíbulo —desde el que ya se observa el mar—, la administración y la biblioteca, esta última con posibilidad de funcionar al margen del horario escolar. A partir de aquí se suceden en las tres plantas inferiores las salas docentes: aulas polivalentes de secundaria hacia el oeste y de bachillerato hacia el este, completando así dos brazos en un nivel y tres —abrazando un patio interior— en el siguiente; en la planta más baja se encuentran aulas de música, teatro e informática a hacia el oeste y las dependencias de formación profesional (con talleres y locales que habían de estar en contacto con el terreno) hacia el este, dotados estos últimos de un acceso independiente a nivel. Una escalera exterior, que emerge en la fachada como la proa de un barco, comunica los corredores en altura y a modo de bisagra en cada uno de los niveles. Por último y algo alejado de las aulas hacia el norte se encuentra el polideportivo: para minimizar el impacto visual de este contenedor de grandes dimensiones se ha optado por excavarlo en la pendiente y cubrirlo con un caparazón curvo de chapa, de manera que se observa en el paisaje como un accidente entre los muros de piedra.

El hormigón visto resuelve la estructura y el cerramiento del cuerpo principal. Exteriormente se ha tratado con tintes en distintos tonos que se van degradando desde el núcleo de escaleras hacia los extremos más alejados de las fachadas, acompañando el desarrollo horizontal de éstas. Lucernarios también teñidos asoman en cubierta, mientras los huecos de fachada se han dispuesto en bandas horizontales continuas, con carpinterías metálicas y contraventanas de madera o aluminio, reforzando el carácter de zócalo que el edificio adopta respecto a las casas diseminadas en la ladera.


Cliente Client

Gobierno de Canarias

Arquitectos Architects

Felipe Artengo, Fernando M. Menis, José M. R. Pastrana

Colaboradores Collaborators

Rafael Hernández, Andrés Pedreño (aparejadores quantity surveyors)

Consultores Consultants

Martín Díaz (ingeniero engineer); Arcal (estructura structure)

Contratista Contractor

Rodríguez Mesa

Fotos Photos

Miguel de Guzmán