Esta intervención de 5.484 metros cuadrados abarca el frente marítimo de Las Palmas, capital de la isla de Gran Canaria, en el ámbito de la base naval y el muelle de Santa Catalina. El proyecto de la firma local de Pedro Romera García y Ángela Ruiz Martínez está inspirado en los tradicionales barcos de vela latina, extrayendo su geometría triangular para adaptarse al entorno. El entrelazamiento de las marquesinas genera un juego de reflejos en las superficies espejadas. La formalización del proyecto se resuelve con dos materiales (hormigón y vidrio), y con tres estratos a tres cotas distintas. La primera está enrasada con el paseo existente, repitiendo el material utilizado en este para generar continuidad. Los otros dos estratos están uno y dos metros por debajo por debajo del paseo. Por último, una gran terraza suspendida eleva al ciudadano sobre el mar.