Situado en la localidad de Alcácer do Sal, a unos 90 kilómetros de Lisboa, este edificio ofrece una respuesta original a la situación de las personas mayores en nuestras sociedades occidentales, un reto, por otra parte, cada vez más presente debido al envejecimiento progresivo de la población. A medio camino entre un hotel y un centro de salud, la típica residencia de ancianos suele tener un carácter más bien retraído, sosegado y crepuscular. En este caso, sin embargo, se ha optado por un edificio de aspecto impactante, y por una geometría abierta hacia el pueblo, como para reafirmar la presencia de sus residentes y luchar contra la soledad en que a menudo se hallan.

Con una planta serpenteante, el edificio ocupa toda la parcela, adaptándose a una topografía dominada por una colina y articulando el conjunto, en el que se encuentran varias piezas heterogéneas. Las fachadas renuncian a la libertad de la planta y ofrecen un ajedrezado estricto de sólidos y vacíos. Cada una de las 38 unidades, ubicadas en las plantas primera y segunda, cuenta con su propio espacio al aire libre a través del cual se ilumina de manera indirecta el interior. Por su parte, la planta baja contiene una serie de espacios comunes cuyo objetivo es fomentar las relaciones entre los residentes... [+]