Escuela Volta, Basilea
Miller & Maranta 

Escuela Volta, Basilea

Miller & Maranta 


Una colisión de distintos órdenes urbanos caracteriza espacialmente el barrio de St. Johann, un conglomerado de manzanas cerradas de vivienda y edificación abierta dedicada a la industria situado en la periferia oeste de Basilea. La gran cantidad de extranjeros que actualmente habita en la zona llevó a las autoridades a construir una escuela en la que poder ensayar un modelo educativo capaz de atender de forma específica las necesidades lingüísticas y culturales de niños de distinta nacionalidad. Sobre el solar adyacente al antiguo depósito de combustible de una central térmica y tomando como referencia su volumen prismático, la escuela adopta los 39 metros de crujía de éste, superando en una planta su línea de cornisa.

Así, un extenso programa de aulas de distinto tamaño se distribuye en cuatro plantas organizadas en bandas paralelas a la medianera del depósito. Cuatro patios contrapeados perforan el bloque para iluminar las zonas de circulación, los núcleos de servicio y el rincón reservado en cada clase para el trabajo de pequeños grupos. Indiferente a esta organización compartimentada de aulas y patios, el gimnasio ocupa el sótano y la planta baja del edificio, adyacente a una banda de vestuarios sobre la que se habilita el vestíbulo de acceso a la escuela. Prolongando el carácter neutro del depósito de combustible, las fachadas se perforan por una retícula regular de grandes ventanas que sólo deja intuir la organización cuatripartita de la planta. Únicamente los cinco huecos abiertos en el zócalo para iluminar el gimnasio rompen la alineación vertical de las ventanas, tensando de forma sutil la composición de la fachada.

Buscando la continuidad entre envolvente y estructura, la escuela se ha realizado en hormigón armado teñido en masa con un dos por ciento de óxidos de hierro para conferirle un tono ocre parecido al del depósito de combustible. La neutralidad de la envolvente no deja trascender el principio estructural que permite situar las aulas encima del gimnasio. En vez de utilizar vigas convencionales —cuyo descuelgue de más de un metro hubiese reducido considerablemente la altura libre sobre las pistas deportivas— un sistema de pantallas coincidente con los muros de las aulas colabora con los forjados para cubrir el vano de 28 metros entre soportes que necesita el gimnasio. Haciendo explícito este orden estructural, en las clases se deja a la vista el hormigón pretensado de las pantallas, mientras las particiones no portantes, perpendiculares a éstas, se realizan con tableros de madera de ocho centímetros. De este mismo material se revisten los techos...[+]


Cliente Client
Baudepartement des Kantons Basel-Stadt 

Arquitectos Architects
Quintus Miller, Paola Maranta 

Colaboradores Collaborators
O. Brügger, P. Baumberger, M. Meier, M. Hug 

Consultores Consultants
Conzett Bronzini Gartmann (proyecto de estructura structural project); Affentranger (ejecución de estructura structural site supervision) Susanna Stammbach (señalética signals); August Künzel (paisaje landscape); Erik Steinbrecher (arte art)

Contratista Contractor
Glanzmann

Fotos Photos
Ruedi Walti