La repetición seriada en hilera y la superposición de niveles idénticos en bloque son mecanismos básicos de agregación habituales en la vivienda colectiva europea desde el periodo de entreguerras. Cuando se trata de agrupar dos viviendas de idéntico programa, con instalaciones y espacios comunes, estos principios de agregación demandan, al menos, una revisión y ajuste. La disyuntiva entre unidad y seriación requiere una respuesta que en estas dos casas construidas en las afueras de Basilea implica el reconocimiento atento y preciso de las condiciones del entorno. Si la hilera permite el contacto directo de cada unidad con el terreno, y el bloque aislado permite la diversificación de orientaciones, este proyecto entrelaza ambos mecanismos de agregación en un ingenioso ejercicio. El resultado, además de participar de las ventajas de ambos modelos, se presenta como un sencillo volumen aislado que no deja entrever desde el exterior la compleja organización interna que hace posible la disposición cruzada de las escaleras.
La forma longitudinal de la parcela, acentuada por una hilera de árboles frutales y por la abundante vegetación de las propiedades vecinas, determina la posición exenta y alargada de la nueva construcción. El espacio libre circundante se interpreta como un trozo de paisaje más que como un jardín privado convencional. El desnivel del terreno, que cae en suave pendiente hacia el oeste, se aprovecha para elevar en este frente el volumen unitario de las viviendas, que aparece ligeramente desplazado sobre el cuerpo semienterrado de hormigón donde se ubican las dependencias e instalaciones comunes. La franja de cubierta del semisótano liberada por este desplazamiento, se cubre con un entarimado de madera, creando un camino que media entre el jardín y la entrada a las casas.
El contraste entre la pieza abstracta de las viviendas y el tratamiento natural de los exteriores evidencia la relación directa que se ha querido establecer entre los espacios interiores y el entorno. Este encuentro sin transiciones del mundo doméstico con el exterior se hace también patente en la solución constructiva de los huecos. Las carpinterías correderas de las ventanas y las puertas de acceso a las viviendas se alojan entre los elementos prefabricados de la estructura y el revestimiento exterior de madera de alerce, de manera que desde el exterior, cuando las ventanas están cerradas, parecen vidrios fijos anclados directamente en el recorte del cerramiento. Cuando se abren, vidrio y montura desaparecen. Desde dentro, los huecos se perciben como imágenes recortadas del paisaje...[+]
Cliente Client
Rosetta Anliker, Isabel Halene, Meinrad Morgner
Arquitecto Architect
Harry Gugger
Consultores Consultants
Ingenierbüro Helmut Pauli (estructura structure); Waldhauser Haustechnik (climatización climate control)
Fotos Photos
Margherita Spiluttini