Escuela Infantil Santa Isabel
Santiago Carroquino  Hans Finner 

Escuela Infantil Santa Isabel

Santiago Carroquino  Hans Finner 


La escuela se enmarca, junto a las de Oliver, La Paz y Actur, diseñadas por el mismo estudio, en el Plan de Barrios del Ayuntamiento, formando el núcleo de nuevos equipamientos docentes municipales. Situado en el barrio de Santa Isabel, el edificio se concibe como un conjunto de dos cajas de hormigón, vidrio y madera en cuyo interiorse organiza por un lado el programa educativo —aulas, dormitorios y sala múltiple—, y por otro los servicios —sala de profesores, comedor, cocina e instalaciones—. El acceso principal del edificio,en la fachada oeste, resulta del deslizamiento y unión de los dos volúmenes. Los accesos de peatones y vehículos al centro infantil se encuentran diferenciados, siendo también independientes las circulaciones de niños y educadores, respecto a las de mantenimiento e instalaciones.

 Dos cajas de hormigón, vidrio y madera contienen las dos partes, educativa y de servicios, en que se divide el programa; cerradas al norte, las piezas se abren hacia el sur a través de una fachada de U-glass.

El encofrado de la envolvente de hormigón se hace mediante tablas de madera, marcando un despiece vertical; se busca así que la textura mantenga la calidez de la madera y que dialogue al mismo tiempo con el U-glass.

Las cajas se cierran a norte protegiéndose y se abren hacia el sur a través de un paño de U-glass, colocado en doble peine trenzado con carpintería de madera y acero, buscando el soleamiento y la visión del patio de juego. El perímetro duro se ha diseñado como elemento de inercia térmica: un muro de hormigón de doble hoja 15+5+15 con aislamiento interior y cuya lámina exterior se construye con un encofrado de tablas de madera, resaltando mediante la textura el tratamiento vertical del cerramiento. Participan también en este juego las carpinterías, integrándose en el U-glass, y la celosía dechapa de acero perforada que limita la parcela. Una de las exigencias básicas de los arquitectos ha sido la sinceridad en el uso de los materiales.

Las aulas se separan mediante sistemas de tabiquería móvil, lo que permite la máxima versatilidad y plurifuncionalidad de los espacios. El proyecto se rige por un módulo de 120 centímetros —la medida estándar de las cunas es 120 x 60—. En el interior, la cota 120 aplicada a la altura define el límite entre el espacio adaptado al niño y el del adulto. Cada módulo espacial se separa del contiguo por un patio exterior de suelo blando que añade una visión longitudinal, además de procurar aislamiento acústico e iluminación natural. La imagen del edificio, dura desde el exterior, contrasta con la materialización de la luz en el interior, donde las sutiles variaciones lumínicas de las aulas, los juegos de visiones longitudinales y la rítmica de patios reorientan el conjunto al protegido patio de juegos. La escuela está así concebida como un lugar protector, acogedor y confortable frente a la hostilidad del exterior, lo que se traduce en unos espacios sencillos y austeros, muy luminosos y fluidos.

La madera tiene una presencia determinante en el juego compositivo, no solo por los distintos usos en carpinterías y suelos interiores y exteriores, sino también en la textura que se dibuja en los muros de hormigón.


Cliente Client

Ayuntamiento de Zaragoza, Suelo y Vivienda de Aragón

Arquitectos Architects

Santiago Carroquino (autor del proyecto project design), Hans Finner

Colaboradores Collaborators

Juan José Vera, Lara Giménez, Jerónimo Moya (aparejadores quantity surveyors)

Consultores Consultants

Tragsa / Ingeniería Pilar Peco (instalaciones mechanical engineering)

Contratistas Contractors

UTE EASA-Ebrosa (contrata contract), Agraconsa (constructora principal contractor)

Fotos Photos

Lluís Casals