En la localidad de Rivas Vaciamadrid, 15 kilómetros al sureste de la capital, el proyecto Plaza Ecópolis comprende tres partes: espacio público, escuela infantil y ludoteca, y viene a regenerar un solar —adyacente a un polígono industrial y rodeado de infraestructuras de transporte—, convirtiéndolo en un espacio para la interacción social.

El proyecto Ecópolis nace con la idea de que la transformación de la ciudad debe repensarse desde el espacio público, entendido éste como el ámbito físico de la expresión colectiva y de la diversidad social y cultural, y propone reconquistar ese espacio público a través de la mirada, libre y desprejuiciada, de los niños.

Las tecnologías empleadas se integran en un diseño adaptado a las condiciones climáticas y que primero confía en las técnicas pasivas de control ambiental para minimizar el consumo de energía y recursos. El 50% de la superficie edificada está semienterrada para beneficiarse de la inercia térmica del terreno y 700 metros cuadrados de fachada orientada al sur se construyen con vidrio de control solar y aislamiento térmico (U=1.80 W/(m2K), factor solar 0.52). Una capa textil sobre una estructura metálica ligera envuelve el volumen interior de hormigón, con parte de su superficie móvil para adaptarse a las distintas inclinaciones solares. Las tecnologías activas de control climático combinan la refrigeración adiabática, energía solar térmica, suelo radiante y ventilación por desplazamiento. La combinación de sistemas pasivos y activos permite al edificio alcanzar la calificación más alta en eficiencia energética (certificación A).

El edificio extiende sus límites hacia el espacio público haciendo visibles algunos de los procesos que habitualmente discurren ocultos en las redes urbanas de evacuación, para crear una mayor conciencia ciudadana sobre el consumo responsable de recursos naturales. El sistema de depuración de agua por plantas macrofitas en flotación recicla el 100% del agua consumida por el edificio cubriendo las necesidades de riego, y almacenándose el agua depurada en una balsa de gravas que forma parte parte del pavimento de la plaza. Este paisaje artificial surgido de la combinación residuo-recurso remite a las condiciones naturales de las riberas fluviales. Una topografía artificial en el perímetro del solar confina el espacio de la plaza y sirve de filtro frente al tráfico pesado de camiones y a un entorno industrial agresivo. Desde el interior de la Plaza Ecópolis es fácil olvidar el contexto urbano e imaginar otro entorno más próximo a la naturaleza.