La comunidad de beduinos Abu Hindi se distribuye en dos asentamientos principales, uno de ellos al sur de Jerusalén y el otro en Cisjordania, así como en varios grupos aislados menores, entre los que alcanzan las 2.700 personas. Uno de estos asentamientos, que se sitúa al sur de una colonia israelí de nombre Maale Adumim, tiene unas condiciones de habitabilidad precarias.

El proyecto de rehabilitación de la antigua escuela se enfrentaba a ciertas restricciones impuestas por la autoridad militar israelí, como el mantenimiento de la volumetría, cuya adaptación a las condiciones ambientales era deficiente. Los principales problemas del edificio eran que el escaso aislamiento acústico entre las aulas y entre éstas y el exterior no favorecía el aprendizaje, y que la chapa metálica del revestimiento no aislaba de las intensas variaciones térmicas típicas de la zona.

Para la ONG promotora del proyecto era esencial que la comunidad local se implicara en la toma de decisiones. Esto es muy importante para que los habitantes se identifiquen con todo nuevo edificio; así, la renovación de la escuela responde a las necesidades de los niños de un edificio seguro, limpio y eficiente, y a las necesidades de la comunidad beduina de tener un espacio colectivo de reunión. Por otro lado, el proyecto ha servido para cambiar la actitud hacia la construcción en Palestina, introduciendo la práctica de la rehabilitación. Así, se trabajó principalmente en la envolvente, innovando en el uso de materiales de bajo coste. Esta solución sencilla puede trasladarse a situaciones diversas para mejorar las condiciones de habitabilidad. Para facilitarlo se creó un libro de instrucciones ilustrado que permita diseminar las técnicas empleadas, pues los trabajadores que colaboraron en la escuela podrán aplicar los conocimientos adquiridos en otras situaciones, lo cual tiene la virtud de promover la ocupación de la mano de obra local.

Para transformar el edificio existente en uno confortable y energéticamente sostenible se trabajó en dos aspectos principales: la ventilación natural y el aislamiento térmico. La ventilación se mejoró elevando e inclinando la cubierta, creando así una circulación eficiente del aire. Las nuevas aberturas bajo la cubierta pueden cerrarse con paneles correderos de plexiglás. La creación de dichas aberturas hizo que se replanteara la estructura metálica por completo, la única parte que fue realizada por una empresa especializada. En cuanto al aislamiento, se sustituyeron las chapas metálicas de la cubierta por paneles sándwich, y se aumentó el espesor de los muros mediante la utilización de varias capas.

Cliente Client

Vento di Terra NGO

Arquitecto Architect

ARCò - Architettura e Cooperazione

Colaboradores Collaborators

Albert Alcalde, Alessio Battistella, Carmine Chiarelli, Valerio Marazzi, Claudia Romano, Diego Torriani, Luca Trabattoni

Fotos Photos

Andrea & Magda