Escuela de primaria, Badalona
Dospunts Arquitectura 

Escuela de primaria, Badalona

Dospunts Arquitectura 


El nuevo Centro de Educación Infantil y Primaria Artur Martorell, con una superficie de 2.370 metros cuadrados, viene a satisfacer las demandas de la vieja escuela del mismo nombre —fundada en 1969 y escuela pública de la Generalitat desde 1987—, cuyas instalaciones habían quedado obsoletas. El solar se encuentra en el Parc Can Solei de Badalona, entre la autopista y un complejo residencial construido por Barba Corsini en 1966, situado en el desnivel entre el campo de fútbol y el parque.

Esta disposición lineal establece una relación especial del edificio con los árboles, pero lo somete a la orientación sureste, difícil de proteger del deslumbramiento. El proyecto provoca una serie de roturas del volumen tanto en planta como en sección de forma que, en primer lugar, se suaviza el impacto visual que tendría toda una masa edificada continua; en segundo lugar, se absorben las diferencias de cota con el terreno y las diferentes alturas que sugiere el programa; y, por último, se fractura el pasillo, generándose un espacio que permite recoger el ajetreo de las entradas y salidas de clase.

Dado que las aulas debían mirar a los árboles, se propone un elemento que actuará de interfaz entre la escuela y el parque, tanto energética como perceptiva, recogiendo el espectro de los árboles que fueron talados para dar cabida al edificio. Su función principal es la protección solar y consiste en una chapa de aluminio grecada y microperforada al 35% que permite la recomposición visual del paisaje. Con ella se controla el deslumbramiento y se mejora el rendimiento térmico transventilando la fachada más expuesta. Una variación modulada de tonalidades cromáticas evita que el espacio intersticial entre la chapa y la fachada se convierta en un lugar inhóspito, contribuyendo a dimensionar este espacio y otorgándole una luz especial. La valla perimetral se conforma según la misma pauta, respondiendo a las generatrices de los volúmenes y ofreciendo transparencia y soporte (a juegos, sombras, pintadas...).

Una serie de roturas del volumen tanto en planta como en sección logra suavizar el impacto visual y absorber las diferencias de cota del terreno, al tiempo que genera un amplio espacio en la zona de acceso a las aulas.

La rotura por desplazamiento en planta —para crear las bolsas en los pasillos— y por cambio de alturas en alzado según el programa, junto con las ondulaciones de la chapa en fachada —expresando la cualidad casi textil, casi líquida del velo— y el efecto de la chapa ocultando las ventanas —y por tanto la percepción de las tres plantas que forman el edificio—, son las operaciones que tejen la pérdida de la escala habitual de un edificio de estas características, y hacen de la escuela un juego de volúmenes ligeramente inestables de comprensión no inmediata que, en términos infantiles, ‘se ha hecho amigo’ del parque y sus habitantes.




Cliente Client

Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya

Arquitectos Architects

Marc Binefa, Montserrat Fusano, Xavier Sans 

Colaboradores Collaborators

Javier Ortega, Enric M. Mas

Consultores Consultants

Josep Ramón Solé (B.O.M.A.S.L.) (estructura structure); Joan González (instalaciones mechanical engineering); María Verdaguer (mediciones y presupuesto measurements and budget); Joan Zapata (SUMMA) (dirección ejecutiva executive director); Jordi Borràs (jefe de obra site supervision);

Contratista Contractor

BRUESA

Fotos Photos

Roland Halbe