Semejante a una pequeña ciudad, la escuela Dar Al Marefa en Dubái se esparce con volúmenes modulares, diseminados entre caminos y plazas, que invitan al descubrimiento y al aprendizaje. El proyecto de la firma catalana RCR — Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramon Vilalta—, similar a una colmena, está basado en la construcción con piezas estandarizadas.

El patrón decorativo de las celosías dota de unidad al complejo, al igual que las pérgolas protectoras de la radiación solar, esparcidas por los recorridos, con estructuras de acero cubiertas por mallas textiles y metálicas. 

Con una superficie 22.262 metros cuadrados, el conjunto escolar incluye además de las aulas y las áreas administrativas, espacios comunes como la biblioteca, el auditorio, e instalaciones deportivas. El programa está organizado por zonas diferenciadas con colores, atendiendo las necesidades de los alumnos de entre 0 y 18 años.