Edificio Crisalis, Madrid
Gabriel Allende 

Edificio Crisalis, Madrid

Gabriel Allende 


Tradicional escaparate de la actividad industrial y económica de la capital, la autopista de Barcelona aparece flanqueada en los alrededores de Madrid por parcelas que se agolpan disputándose la visibilidad proporcionada por su proximidad al aeropuerto. En uno de estos solares —con 45 metros de frente y unos 200 de fondo —, un nuevo edificio de oficinas de alquiler trata de conciliar el aprovechamiento de la edificabilidad permitida por la normativa con una imagen simple, susceptible de ser reconocida en la distancia por el gran número de viajeros que diariamente circulan por delante del edificio a gran velocidad. El volumen resultante es así un prisma de planta rectangular y 28 metros de altura al que se ha sustraído un atrio abierto en la fachada que mira hacia la ciudad.

Situado sobre un zócalo que alberga el sótano de aparcamiento, el edificio consta de seis plantas además de la baja y tiene su entrada desde la calle paralela a la autovía por su fachada posterior. El desnivel de la calle permite el acceso peatonal directo a la parte superior de la plataforma, donde se ha habilitado un jardín desde el que se llega al atrio tras franquear la cara sur del prisma. Desde este vacío abierto, un vestíbulo cerrado alberga los servicios y núcleos de comunicación, articulando los dos cuerpos en que se divide la superficie de oficinas. Una triple crujía al norte y otra doble al este ofrecen así ámbitos de distinta profundidad que permiten organizar de forma flexible el espacio de trabajo. La situación estratégica del núcleo de escaleras y servicios —que funciona frente a la normativa de incendios como un vestíbulo de independencia— posibilita en cada nivel el alquiler conjunto o por separado de cada una de las áreas disponibles. Un segundo núcleo de ascensores proporciona un acceso adicional a la crujía este, configurando el testero sur del prisma como una celosía calada de pasarelas en cada nivel.

La geometría regular del prisma se apoya en una estructura de losas y pilares de hormigón sobre una retícula de 5 por 5,4 metros de lado. Sobre este esqueleto, las fachadas este y oeste —los lados largos del paralelepípedo— se revisten de paneles sandwich de 5 centímetros de aislante rígido con chapa de aluminio de color gris antracita por las dos caras. Atendiendo a su mayor visibilidad desde la calle Lúea de Tena y desde la autovía de Barcelona, los testeros norte y sur se perforan en una sucesión de estrías horizontales de piezas de GRC blanco que alternan con bandas de ventanas con carpinterías de aluminio. En el basamento, una celosía de vigas de hormigón permite ventilar el aparcamiento...[+]


Cliente Client
Grupo Lar

Arquitecto Architect
Gabriel Allende

Colaboradores Collaborators
Jesús Díaz-Dávila (arquitecto architect); Beatriz Llamas (aparejadora quantity surveyor)

Consultores Consultants
Gogayte (estructura structure); Estudio de Consultores en Ingeniería de Instalaciones (instalaciones mechanical engineering

Contratista Contractor
Heery

Fotos Photos
Lluís Casals