La remodelación de la antigua sede de Páginas Amarillas en el distrito de Hortaleza, al norte de Madrid, plantea su transformación profunda y radical a fin de conseguir un nuevo edificio eficiente, representativo y funcional que mejore su vinculación con el entorno urbano. La intervención, que aprovecha sólo en parte la construcción existente, propone una nueva envolvente general para conseguir su actualización, tanto estética como técnica, optimizando su rendimiento energético global y maximizando el grado de confort necesario para la puesta en valor de la edificación.

La demolición del volumen superior posibilita un crecimiento sin condicionantes desde la planta baja, que se reconfigura como espacio de recepción, a modo de gran área porticada. Sobre este zócalo, de escala monumental, se superponen cinco plantas de oficinas, con las áreas de trabajo dispuestas en el perímetro y un núcleo central de servicios y comunicaciones. A ambos lados del núcleo, dos patios aportan una valiosa luz natural adicional que contribuye al confort de los ámbitos de trabajo, equipados con acabados e instalaciones de alta eficiencia para garantizar la obtención de las certificaciones ambientales LEED y WELL.

La fachada del cuerpo de oficinas, resuelta con paneles prefabricados de hormigón, responde a un doble requisito de soporte estructural y filtro climático. El entramado de nervios de hormigón, combinado con unas losas postesadas de gran luz, permite liberar de soportes los espacios interiores, para obtener un flexible esquema funcional de planta libre.

Los paneles nervados adaptan su ritmo repetitivo a las distintas condiciones climáticas y de iluminación mediante la geometría e inclinación de sus elementos salientes y su grado de apertura y opacidad, adoptando cuatro diferentes ángulos en función de la orientación para minimizar las ganancias térmicas por radiación, optimizando así, de forma pasiva, el comportamiento energético del edificio. Este entramado, de apariencia ligera, se incorpora o se aparta del cerramiento del edificio para permitir su colonización por plantas trepadoras que contribuirán a la formación de un ambiente de trabajo vegetado y saludable. Hacia el norte, la fachada aumenta su opacidad para reducir costos y pérdidas energéticas; al sur, el cerramiento se retrasa creando una franja verde de protección solar; a este y oeste, los montantes se inclinan, aumentando la superficie de sombra. El resultado es una fachada con un eficiente sistema de protección solar, lumínica y térmica que, al mismo tiempo, confiere al edificio una potente y reconocible identidad urbana...[+][+]