Tanto el edificio de la Dublin Central Retail and Office como la calle a la que se abre su fachada principal, O’Connell Street, han sufrido numerosas intervenciones a lo largo de los años —desde la ampliación del siglo XVIII, hasta las reconstrucciones tras el alzamiento de 1916 o la Guerra Civil en 1922— sin lograr alcanzar, hasta el momento, una versión definitiva. Así pues, el proyecto para la remodelación de esta mítica galería comercial es otro capítulo de esta historia de palimpsestos urbanos que, sin duda, desempeñará un papel de enorme importancia en la regeneración del corazón de la ciudad. Partiendo de un enfoque basado en la adaptabilidad y la flexibilidad, se analizó la trama urbana de la ciudad para desarrollar una estrategia que fuera respetuosa con la historia construida de Dublín. El diseño, además, debía ser capaz de adaptarse a otros posibles usos en el futuro y presentar una huella de carbono reducida. Los patios característicos del centro de la capital se convierten espacios de relajación y encuentro, lugares donde los trabajadores disfrutan de la proximidad con la naturaleza. Por su parte, la planta baja se concibe como un nivel permeable al contexto inmediato. Al exterior, la fachada a la calle O’Connell se reviste con piedra maciza, mientras que en todas las demás se emplea una combinación de ladrillo y piedra...[+]