Ubicado en el Parque Científico-Tecnológico de Almería (PITA), al noreste de la ciudad, el nuevo Centro Financiero del Banco de Crédito Cooperativo-Grupo Cajamar nace como resultado de un concurso, celebrado en 2019, que planteaba la construcción de un edificio capaz de reunir los servicios centrales de la institución, que se encontraban dispersos hasta ahora en distintas dependencias. El proyecto ganador propone una solución para la parcela que explota sus virtudes y al mismo tiempo resuelve sus problemas.

El programa de oficinas se organiza en una serie de prismas dispuestos en forma de peine, lo que permite introducir luz y vistas entre ellos, de manera que desde cualquier punto del conjunto se puede disfrutar de la visión del horizonte y del mar. El vestíbulo se concibe como espacio de encuentro entre los distintos brazos. Dentro de este espacio se despliegan las mismas fachadas que dan al mar, pero volcadas hacia el interior, fomentando el diálogo entre interior y exterior, trabajo y descanso, privado y público.

La fragmentación del espacio y la disposición de los volúmenes en diferentes direcciones crea un fuerte contraste entre la singularidad de las piezas y la unidad del conjunto, confiriendo al edificio una imagen potente y reconocible para los visitantes.

La propuesta está basada en el rigor constructivo y la eficacia, partiendo de una geometría sencilla que pretende racionalizar la construcción y aprovechar los recursos naturales. La utilización de elementos prefabricados ha permitido reducir tanto los costes como los plazos de ejecución, además de garantizar una construcción sostenible.

El edificio incluye sistemas de protección solar exterior de lamas de aluminio que se adaptan a las diferentes orientaciones para proteger el interior de la radiación solar directa. Además, una fachada de vidrio de altas prestaciones de suelo a techo, dotada de estores, permite el máximo aprovechamiento de la luz natural en los interiores. En el perímetro del edificio, voladizos de hormigón prefabricado contribuyen a la protección solar, al tiempo que generan espacios de trabajo al exterior, y sobre las zonas de acceso se disponen marquesinas con lamas horizontales de aluminio. El conjunto resultante ofrece una imagen transparente y genera un dinámico juego de colores aterciopelados durante el día.

El diseño de las protecciones solares se ha basado en un exhaustivo estudio de soleamiento, reconociendo la importancia del sol en la optimización energética y en la mejora de la iluminación interior. El edificio ha obtenido la certificación LEED ORO.