La Casa Umbral destaca por su singular fachada de cerámica y su cuidadoso diseño de aperturas y volúmenes, garantizando tanto la privacidad como la conexión con el exterior. Con una superficie total de 768 metros cuadrados, la vivienda se organiza en cuatro volúmenes: uno hacia la calle Gutiérrez Canales, que actúa como filtro entre la vía pública y el hogar, y tres que se abren hacia el jardín.
La fachada, compuesta por piezas cerámicas modulares de color terracota, crea una celosía reticulada que no solo aporta un atractivo visual, sino que también optimiza la eficiencia energética de la vivienda, favoreciendo un control pasivo del clima interior. Además, la pared exterior también actúa como un componente integral del mobiliario empotrado, que fragmenta y conecta los principales espacios de la casa.
La planta baja contiene la cocina, el despacho y el salón. Amplios ventanales permiten vistas y acceso directo al jardín privado, lo que aporta luminosidad y amplitud al interior. Los dormitorios, por su parte, se sitúan en un nivel superior, lo que ofrece un grado adicional de privacidad.
















