Incrustadas en paisaje de Schedlberg, al este de Baviera, históricamente se erguían las cabañas para pensadores: casas de campo tradicionales de las que apenas se conservan hoy algunos ejemplos, la mayoría olvidados y abandonados a su suerte. Sobre una pradera rodeada de coníferas y abedules se encuentra una de ellas, antiguo hogar de agricultores y que fue abandonada en 1963. Desde entonces, las vacas y ovejas que pastaban en el prado adyacente lo usaban como refugio. Casi en estado de colapso, la estructura de madera, apoyada sobre una base de granito, sobrevivió como una ruina. Casa y lugar se entrelazaron en el proyecto con nuevos materiales y contrastes, pero sin ocultar las huellas del pasado. Tomando como referencia los sillares de granito cubiertos de musgo revelados junto a la puerta principal, se diseñaron unas barras de hormigón armado para reforzar la estructura del edificio, allí donde fue necesario. Así, en las fachadas este y el sur las nuevas piezas complementan la madera existente; en el norte parecen volar; y en el oeste chocan entre sí, se liberan, se amontonan, se reorganizan. Las ventanas, antiguas y nuevas, enmarcan el bosque circundante. Con tres dormitorios, la casa ofrece todo lo esencial para la vida contemporánea: horno, estufa, mesa, cama y wifi...[+]