La base sobre la que se asienta el cuerpo principal de esta vivienda es una plataforma larga y estrecha situada en lo alto de un terreno en suave pendiente, desde el que se contempla hacia el norte un panorama extraordinario del valle y las montañas. Mientras uno de los extremos de este zócalo se escalona para salvar la altura sobre el terreno, el otro penetra en el mismo en la forma de una rampa de acceso al garaje situado en el sótano.

Con el fin de que todas las estancias puedan disfrutar por igual de las mejores vistas, se ha organizado el programa de forma secuencial a lo largo de la fachada norte, con los espacios comunes en la mitad este y los dormitorios en la opuesta. Una ventana corrida que se prolonga a ambos lados de un mirador al jardín ilumina este conjunto de habitaciones vivideras.

Los accesos, las circulaciones y los espacios servidores se han concentrado en una estrecha banda pegada a la fachada sur. Una caja acristalada que sobresale por esta fachada señala la entrada principal, desde la cual un corredor transversal conduce hasta el mirador sobre el jardín de la fachada opuesta. A través de una pasarela metálica exterior, este mirador comunica con la terraza creada por la plataforma de base frente al testero oriental. Grandes ventanales comunican con el exterior tanto este testero como el opuesto, abriendo la casa hacia levante y poniente.

Una escalera recta situada dentro de la franja de usos auxiliares comunica el vestíbulo con el garaje de la planta sótano y, mediante un segundo tramo, conduce a la planta superior. Consistente en realidad en un altillo, esta planta alta se relaciona con el entorno más distante a través de un ventanal que se despega de la fachada norte por uno de sus extremos, formando otra caja acristalada en esquina. Rematado por una cubierta curva de zinc, el cuerpo superior evoca exteriormente la imagen de un gran lucernario sobresaliendo por encima del faldón plano inclinado a una sola vertiente, también de zinc, que recubre el volumen principal de la vivienda.

El uso de un revestimiento de piedra caliza de un color gris semejante al del zinc contribuye a situar en primer plano las cualidades volumétricas de la vivienda, mientras que las cajas de vidrio crean espacios de transición que difuminan los límites de la casa con su entorno. En el interior, las zonas comunes también se han separado con paneles de vidrio blanco que tamizan la luz y crean continuidad espacial y visual, reforzando el eje norte-sur que atraviesa transversalmente la casa entre la caja de la entrada y el mirador del jardín...[+]