En 2005 se fallaba el concurso para el diseño de un Palacio de Congresos y Hotel en Palma de Mallorca (véase AV Proyectos 10) con el objetivo de agregar un nuevo sector de visitantes a los miles de turistas que la capital de la isla mediterránea recibe cada año. La propuesta del arquitecto navarro Francisco Mangado fue elegida por ofrecer una interesante lectura urbana del lugar, de manera que el edificio dialoga formal y visualmente con el frente histórico amurallado del centro de la ciudad. La imponente presencia del mar y la fuerza de la luz mediterránea determinan dos largos trazos que definen un gran frente norte y otro sur cuyas envolventes se replican hacia el interior, ofreciendo una fachada sirviente hacia el norte para el acceso de personal, y otra galería de comunicación principal hacia el sur que filtra la luz directa y se abre al mar. Entre estos gruesos muros funcionales se sitúan las piezas exentas de auditorios y demás áreas. El edificio, acercándose a su remate, impone ya su presencia en la línea costera de Palma como una gran muralla desmaterializada…[+]