Situada en los suburbios de la ciudad de Kioto, esta agregación de viviendas se inserta con discreción en el tejido urbano continuando la disposición y escala de las casas tradicionales que la rodean. El conjunto alberga diez casas divididas en pequeñas unidades espaciales, formando una agrupación holística de veintiún espacios. Cada uno de ellos tiene distintas dimensiones y posee una cubierta propia con una inclinación determinada, caracterizando el conjunto por su cubierta fragmentada. Los espacios vacíos entre las habitaciones organizan el funcionamiento de las casas a través de patios, pequeños jardines y pasadizos de comunicación que, según su disposición, ofrecen un determinado grado de privacidad. Los patios intersticiales organizan las unidades de vivienda, pudiendo tener carácter privado y servir de centro de la casa, o un carácter más comunitario y funcionar como elemento separador. Los recorridos creados entre interior y exterior, con graduación de las luces y las sombras, evocan las atmósferas de la arquitectura vernácula japonesa. La complejidad de espacios y configuraciones contribuye a crear una comunidad en la que la vida privada se extiende hacia el exterior y se extiende hacia la ciudad, alterando la percepción de los límites de lo privado en el tejido suburbano de la ciudad.