El parque natural de la cuenca alta del Manzanares es el mayor espacio protegido de la Comunidad de Madrid. Uniendo su territorio al del monte del Pardo, propicia un corredor verde que pone en conexión la capital con la sierra de Guadarrama, en el norte. Entre su variedad de paisajes, que incorpora bosques, riberas, montañas y embalses, se encuentra la dehesa de encinas de Soto de Viñuelas. Este excepcional paraje constituye el horizonte de una casa que hace de la contemplación su principal argumento.

El solar se encuentra en el perímetro de una urbanización de residencias unifamiliares de San Sebastián de los Reyes. Tanto la presencia de viviendas en las tres parcelas vecinas como la pendiente del terreno, de un cinco por ciento, determinaron en gran medida la disposición de la casa. Sesenta centímetros por encima del punto más elevado se ha construido una plataforma de piedra que une su superficie con la coronación de un muro, también de piedra, límite del parque natural en el sur. Se produce así una continuidad visual entre el basamento de la casa y el paisaje que hace que éste penetre en el interior inundando el espacio. Sobre el zócalo se ha construido un volumen en forma de U que aloja dormitorios y estancias de servicio, definiendo un ámbito central protegido de miradas ajenas gracias a las dos alas laterales. En esta suerte de terraza cubierta se sitúa el estar-comedor, que se proyecta hacia el horizonte a través de un hueco de 21 metros de longitud y sólo 2.10 de altura. Una urna de vidrio separa el estar propiamente dicho del porche continuo que lo rodea, mientras que a modo de negativo y ya en el exterior, una piscina rectangular perfora la plataforma en su zona central. El resto de la vivienda se desarrolla en el nivel superior, donde se sitúa un estudio al que se accede por medio de una escalera oculta tras el fogón, y en el nivel inferior, donde cuatro dormitorios y una sala de estar menor se alinean en una banda norte, iluminados a través de tres patios ganados a la pendiente.

Dos crujías paralelas conforman la casa, delimitadas por sendos muros de hormigón y un pórtico de perfiles de acero: el hormigón se ha encofrado con paneles fenólicos de 3 x 1 metros —el módulo de toda la casa—, buscando una sensación de solidez y protección; el pórtico metálico ayuda a sustentar, por encima del hueco principal, un estrecho voladizo donde se ha instalado la biblioteca. El paisaje queda así enmarcado por un lienzo de libros que flota sobre él, metáfora de cómo la cultura tiene su base en el conocimiento de la naturaleza... [+]