El distrito de Sumiyoshi, un barrio de clase obrera de la ciudad de Osaka, se caracteriza por la densidad de su trama urbana, compuesta por viviendas adosadas construidas con estructuras de madera.

El proyecto comprendió la demolición de una de esas edificaciones tradicionales para sustituirla por una construcción de hormigón armado de dos alturas. Como punto de partida, la vivienda se cierra al exterior mediante una fachada rotunda que tan solo cuenta con una abertura hacia la calle. Por contra, hacia el interior se muestra más abierto, buscando dar lugar a un microcosmos dentro de un edificio mínimo sobre un solar estrecho y alargado. Organizado en torno a un vacío central, el complejo está formado por tres volúmenes. A ambos lados del patio se distribuyen la sala de estar y la cocina, comedor y baño en planta baja; y la habitación del niño y el dormitorio principal en el segundo nivel. Mientras, en el centro, unas escaleras y un puente conectan los cuerpos situados en los extremos del solar.

Esta sencilla composición junto con las diversas y complejas experiencias espaciales que se desarrollan en su interior —la expresión cerrada de las paredes de hormigón y el viento y la luz que se respiran— proporcionan a la vivienda la vitalidad de una naturaleza abstracta...[+]