El plan para la regeneración de Naoshima, una pequeña isla en el Mar Interior de Seto, es un proyecto cultural iniciado en la segunda mitad de la década de 1980. La primera piedra de esa estrategia de transformación fue la Casa Museo Benesse, un museo de ‘pernoctación’ que incluía alojamientos, construida sobre un cabo y a la que sólo se podía acceder en barco.

En una suerte de recorrido escenográfico, los visitantes, tras desembarcar en el muelle, atraviesan una plaza escalonada y continúan un camino en paralelo a un muro construido con piedra local hasta llegar al edificio, encastrado en la colina verde sobre la que se asienta. Entre la colección de formas geométricas simples que configuran la planta del conjunto, unos vacíos verticales componen un eje de articulación espacial tridimensional. A pesar de que gran parte complejo está enterrado los espacios que se despliegan en el interior son abiertos y luminosos. Dentro de este proceso, los propios artistas podían elegir un lugar y crear una obra que lo tomara como tema, una colaboración entre arquitectura, arte y naturaleza. Tres años más tarde se completa la ampliación, caracterizada por la geometría elíptica de su planta organizada alrededor de un patio y conectada con el conjunto original mediante un teleférico...[+]