Con un número como única seña de identidad, una parcela trapezoidal de una urbanización del municipio madrileño de Pozuelo, al oeste de la capital, es el lugar donde se levanta esta casa de más de 2.000 m2 de extensión. El terreno desciende de un extremo a otro casi diez metros: el volumen prismático que aloja la vivienda se sitúa en la zona inferior, cerca de la calle de acceso en el vértice sur, con lo que el resto de la propiedad conserva su naturaleza intacta protegida de miradas ajenas.

Los generosos espacios que conforman la vivienda se ajustan a los límites de un paralelepípedo de 35 x 20 metros de planta y tres niveles de altura. Definida esta envolvente virtual, patios, terrazas, porches y lucernarios se abren paso para cualificar el interior. Semienterrada en la ladera, la planta sótano aloja el garaje —al que se accede desde una vía en el costado norte—, las habitaciones de servicio, la despensa y una sala de proyecciones.

La planta baja se destina a los espacios de relación: las salas de estar ocupan casi la mitad de la superficie orientadas hacia al norte y sin apenas particiones, mientras la otra mitad de la planta, más cerrada y dividida, aloja la cocina, el comedor y la escalera de servicio; el vestíbulo divide ambos sectores, además de dar paso a un amplio despacho junto a la entrada. Por último, la planta superior alberga todos los dormitorios de la vivienda (uno principal, dos de invitados y cinco para los hijos), ubicados a largo de todo el perímetro del rectángulo. Evitando la presencia de pequeños huecos en una fachada de piedra de grandes dimensiones, la luz alcanza el interior del hogar de formas diversas: un patio ajardinado y acristalado —al que se abre la piscina cubierta —ilumina el nivel inferior; un lucernario traslada la luz cenital al vestíbulo principal, y otros dos perforan la cubierta hasta alcanzar dos áreas de doble altura en la sala de estar y en el despacho; paños acristalados en toda la altura entre forjados ponen en conexión los salones y el comedor con la naturaleza exterior; por último, cuatro terrazas recortadas en las esquinas del prisma y tres patios menores en los lados norte, sur y oeste iluminan las habitaciones de la primera planta.

La fachada se ha resuelto con piezas de granito blanco España —con una dimensión máxima de 200/220 x 120/150 y espesor variable de 7 a 12 cm— ancladas a una estructura metálica. Las carpinterías son de acero inoxidable, las particiones de cartón yeso y el pavimento de tarima, gres y cuarcita negra en el interior y granito en los porches exteriores; un montacargas facilita la circulación por el interior de esta inmensa residencia familiar... [+]