Centro Parroquial en Rivas-Vaciamadrid
Vicens & Ramos 

Centro Parroquial en Rivas-Vaciamadrid

Vicens & Ramos 


El nuevo centro parroquial de Santa Mónica, situado en la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid —15 kilómetros al sur de la capital—, está inserto en un difícil solar, largo y estrecho, medianero al futuro centro comercial, un resto de urbanización que fue cedido al obispado. El edificio es la materialización de la tercera de las propuestas presentadas. La primera, más adecuada a las normas litúrgicas del Vaticano II, se inspiraba en la idea de Bernini en el templo romano de Sant’Andrea al Quirinale, donde la planta es una elipse en la que el eje menor es el principal y el mayor el subordinado. Así, la entrada tenía lugar por el eje menor y en él se colocaba la sede, el ambón y el altar, concentrando la densidad jerárquica y dejando a los lados a los feligreses, en el eje mayor, con la idea de que la participación de los fieles en la liturgia se facilita con esquemas centrados, no direccionales. Se lograba así que el altar estuviera en el centro, y todos los asistentes vieran perfectamente y se vieran entre sí. Un espacio físicamente longitudinal se convertía en un espacio centralizado.

El obispado, sin embargo, pidió que el edificio fuera claramente direccional y que aprovechara al máximo la superficie edificable, por lo que se diseñó un segundo proyecto, en hormigón, que fue descartado también, esta vez por falta de presupuesto. Finalmente se aprobó el que se ha construido, en acero cortén. Para optimizar la superficie construida, el programa se desarrolla en un edificio continuo que unifica las viviendas de los sacerdotes y el centro parroquial con el templo. En el extremo de edificio ‘explotan’ unos lucernarios que marcan al exterior el presbiterio.

Un edificio continuo unifica el programa —viviendas para sacerdotes, centro parroquial y templo—siguiendo un esquema direccional; en el extremo, los lucernarios se proyectan al exterior formando en el interior un retablo de luces.

La construcción del edificio es muy sencilla: estructura metálica, revestimiento de acero cortén y trasdosado de placas de cartón-yeso, y ha sido posible, dado el bajísimo presupuesto, gracias a la colaboración de los párrocos —el actual es aficionado a la arquitectura— y de los fieles. Una serie de artistas han colaborado igualmente de manera desinteresada en la obra. José Manuel Ciria ha pintado un mural que ocupa la capilla del Santísimo y que representa la creación del mundo. Javier Viver —artista joven, especializado en video-arte— las imágenes de la Virgen y de Santa Mónica. El crucifijo es de José Luis Sánchez, y el Vía Crucis es obra de José Antonio Ramos: catorce cruces de acero, todas diferentes, tratadas con vendas pintadas. El Cristo de la sacristía es obra de Javier Martínez, un escultor también joven. Finalmente, el gran altar principal, el ambón, la sede y la pila bautismal han sido pintadas por Fernando Pagola.


Cliente Client

Obispado de Alcalá de Henares

Arquitectos Architects

Ignacio Vicens, José Antonio Ramos

Colaboradores Collaborators

Fernando Gil Castillo, Agustín Toledano, Roberto Rodríguez-Paraja, Jesús Gómez, Desirée González, Pablo Gutiérrez, Romina Barbieri, Tibor Martín, Raúl Rodríguez, Patricia de Elena

Consultores Consultants

Andrés Rubio (estructura structure), 3i (instalaciones mechanical engineering)

Fotos Photos

Roland Halbe