El gran éxodo hacia Europa debido a la guerra de Siria ha provocado situaciones de necesidad extrema: viajes suicidas, extorsiones, acoso policial. A esto se suma el hecho de que, cuando los emigrantes llegan a su destino, lo que les espera es el desconcierto de tener que habérselas con una lengua y unas costumbres extrañas. Mitigar esta situación es el objetivo de este edificio de 500 metros cuadrados, un espacio de acogida para los emigrantes y un lugar donde puedan recibir clases de alemán. Diseñado con medios informáticos pero construido por estudiantes de arquitectura en menos de tres meses (sólo se ha requerido mano de obra especializada en las cubiertas y los cimientos), el edificio consiste en un volumen prismático muy sencillo, que se abre a un patio y resulta muy permeable gracias a la trama de celosías que lo envuelve, cuyo dibujo riguroso se inspira en los motivos islámicos. Todo el conjunto se ha construido con madera, material que le dota de carácter y contribuye a crear una atmósfera táctil y amable...
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