Ayuntamiento de Logroño
Rafael Moneo 

Ayuntamiento de Logroño

Rafael Moneo 


El solar de que el Ayuntamiento disponía para construir el nuevo edificio era el antiguo Cuartel de Alfonso XII, levantado —en parte al menos— sobre terrenos del viejo convento de las Carmelitas. Difícilmente se hubiera encontrado en Logroño un lugar más apropiado para el uso a que iba a ser destinado. A las características de buena accesibilidad y posición céntrica se añadían la proximidad al casco viejo y la oportunidad de enlazar, a través del edificio, la ciudad con la ribera del río.

Desde el principio, la ubicación apuntó así a la posibilidad de erigir no sólo un simple edificio administrativo, sino sobre todo un edificio ciudadano, capaz de responder a las preguntas sobre la vida colectiva en cuanto que ‘cosa pública’, pero sin acudir a la retórica y la falsa monumentalidad.

En el nuevo ayuntamiento, la dignidad debía proporcionarla la relación con la ciudad. Con este empeño se utilizó la manzana entera disponible para resolver el problema de circulaciones del entorno, y se estableció un diálogo entre la plaza —nuevo y fundamental elemento del sistema de espacios públicos de la ciudad— y los pórticos, que favorecen la permeabilidad del edificio al mismo tiempo que crean esos ámbitos a medio camino entre el interior y el exterior tan importantes en este tipo de edificios públicos, donde no existe un único acceso sino una multiplicidad de ellos.

Volumétricamente, el edificio consiste en la composición de tres piezas que, a la vez que mantienen su independencia funcional, se integran en un todo. La pieza a poniente alberga las áreas en que la vida pública se lleva a cabo, en tanto que la pieza a levante recoge las funciones estrictamente administrativas. Por su parte, la tercera pieza, un volumen cúbico, acoge la celebración de actos. La complejidad del programa y el hecho de aceptar el peso que la ciudad tenía en el edificio llevaron a valorar especialmente aquellos aspectos del diseño que pueden ser calificados como primarios, como la estructura o las ventanas. Estos elementos se dotaron de cierta impronta genérica, que contribuyó a acentuar el carácter público del edificio.

Desde el punto de vista compositivo y estructural, se escogió como figura base el cuadrado de 4x4 metros y el doble cuadrado de 8x8, introduciendo las diagonales que sesgan la traza del edificio. Estas diagonales permitieron generar nuevos módulos destinados a las áreas de oficina y, por otra parte, hicieron posible la asimilación de la traza rectangular, de suerte que el edificio quedara integrado en la trama del ensanche urbano que lo contiene y al que, a la postre, contribuye a dar sentido...[+]


Cliente Client
Ayuntamiento de Logroño

Arquitecto Architect
Rafael Moneo

Dirección de obraConstruction supervision
Rafael Moneo, Javier Martínez-Laorden, Jesús López Araguistain (arquitectos architects); Óscar Grijalba (arquitecto técnico del Ayuntamiento municipal architect)

Consultores Consultants
Jesús Jiménez, Alfonso García Pozuelo (estructura structural engineer)

Contratista Contractor
Dragados y Construcciones

Fotos Photos
Michael Moran/OTTO, Lluís Casals/VEGAP/Madrid 2023