Play-time es un proyecto de siete apartamentos para alquiler de corta duración en el distrito madrileño de Ciudad Lineal. El promotor eligió el lugar con la idea de buscar un ‘oasis en medio de la ciudad’; el proyecto propone intensificar esa condición.

El movimiento de la edificación permite dotar a cada vivienda de su propia terraza, y la solución constructiva proporciona a cada una su propio jardín perimetral. Las viviendas, dos por planta, se montan sobre un núcleo vertical —con ascensor e instalaciones— de forma independiente, de modo que pueden orientarse libremente, limitadas únicamente por las condiciones urbanas y la escalera que trepa en espiral por el perímetro, a la que dan la espalda. El resultado son siete ‘cabañas’ en un árbol, rodeadas por más de cuarenta especies de plantas trepadoras elegidas, en función de la orientación, según sean perennifolias o caducifolias, su color de hojas y frutos, período de floración, olor y textura. El tapiz vegetal proporciona las prestaciones arquitectónicas fundamentales de la envolvente (control solar e higrotérmico, de visión e intimidad), así como todo un catálogo de experiencias sensoriales. Se recogen así aspiraciones del promotor y obsesiones disciplinares: el jardín vertical, la organización en espiral, la subversión tipológica, la forma aparentemente libre de la envolvente.

El edificio presenta una envolvente estructural en celosía de tubo de 159 milímetros de diámetro y espesor variable, sobre la que se organiza un entramado horizontal de vigas de acero laminado y forjados de chapa colaborante que apoya también sobre el núcleo interior de hormigón armado, ubicado en el centro de gravedad del volumen.

En las galerías perimetrales se sitúan las jardineras de chapa de acero; desde allí, las plantas —más de cuarenta especies, elegidas según la orientación— alcanzan la envolvente estructural y trepan por

El cerramiento exterior, liberado de todo papel portante, presenta huecos corridos en todo su perímetro y de forma escalonada. Con ello se consigue privacidad en los dormitorios con respecto a la galería y máxima apertura en las esquinas junto a las terrazas. El acabado combina vidrios con filtro solar y mortero monocapa oscuro para conseguir un aspecto más homogéneo y un mejor control solar; todo ello con soluciones de ventanas practicables de aluminio y vidrios fijos con galces ocultos. Entre el cerramiento y la envolvente estructural aparece un espacio perimetral para las galerías y escaleras de paso y para mantenimiento donde se ubican unas jardineras de chapa de acero bajo un pavimento elevado de trámex o  tarima, según sea su ubicación. Por el hueco entre el pavimento y las jardineras, la vegetación alcanza la envolvente estructural, trepando por una malla, realizada in-situ, de varillas de ocho milímetros que sigue la geometría variable de la estructura.