El proyecto se ubica en un denso nodo urbano, y es precisamente la necesidad de adaptarse a este contexto lo que lleva a la decisión de replicar el chaflán típico del urbanismo barcelonés. La biblioteca aparece como un sólido escultórico, asentado sobre una plaza elevada que permite una fluida circulación peatonal a través del eje cultural del barrio, y se eleva en voladizo creando una plaza porticada, delimitada al otro lado por los magnos árboles existentes. Cuatro miradores enfocan las vistas y permiten apreciar desde el exterior la calidez de los espacios interiores.

El edificio se asemeja a una pila de libros abiertos con hojas plegadas y perforadas, donde cada ‘libro’ está formado por una densa estructura de paneles de madera, orientados en diferentes direcciones en función de los requisitos estructurales, pero también de las condiciones de iluminación del espacio, su carácter, el programa y las conexiones urbanas. La utilización de madera de bosques certificados en esta estructura permite reducir la huella de carbono y las emisiones de gases de efecto invernadero, así como acelerar el proceso constructivo y reducir costes gracias a la industrialización y prefabricación.

La biblioteca se organiza en torno a un amplio patio triangular que conecta todos los usos con la escalera principal. Este gran vacío, además de llevar luz natural al corazón del edificio, actúa como chimenea solar, un mecanismo pasivo particularmente efectivo en ambientes húmedos y cálidos que utiliza la circulación del aire como método de ventilación natural. La estructura presenta tres núcleos verticales de madera contralaminada en torno a los cuales se ordenan las diferentes áreas. Dos son triangulares e incluyen escaleras y ascensores; el otro, cuadrado, alberga aseos y almacenes. A lo largo de estos núcleos se desarrollan alternativamente dos tipologías espaciales claramente diferenciadas. Primero, los espacios cerrados, con una densa estructura mixta de madera y acero que se orienta según las condiciones de iluminación y vistas. Segundo, los espacios abiertos, donde la mayor parte de la estructura desaparece, aportando una sensación de amplitud y ligereza. Estos enormes vanos sin soportes intermedios se logran gracias a un sistema híbrido de celosía espacial, donde se interconectan paneles de CLT utilizados como losas que forman el cordón superior e inferior de la estructura tridimensional y pilares de GLT como postes verticales, ambos conectados mediante tirantes diagonales de acero que completan el sistema de cercha Pratt. Este sistema híbrido de estructura de madera y acero permite que el nivel inmediatamente inferior se despliegue como un espacio abierto de gran envergadura que puede incorporar programas más sociales y flexibles.

El País: La mejor biblioteca pública del mundo está en Barcelona y se llama García Márquez