Museo Porsche, Stuttgart-Zuffenhausen
Delugan Meissl 

Museo Porsche, Stuttgart-Zuffenhausen

Delugan Meissl 


Porsche es el fabricante independiente de vehículos deportivos más pequeño de Alemania y, paradójicamente, el más rentable del mundo por unidad fabricada. Su éxito es fruto de una larga experiencia, cuyo primer hito bajo el nombre de Porsche —los ingenieros de la saga, Ferdinand y Ferry trabajaron con anterioridad para Mercedes Benz y Volkswagen— tuvo lugar en 1948. Con vistas al 60 aniversario de la marca, en 2004 se convocó un concurso para realizar el Museo Porsche, un edificio donde exponer ejemplares de vehículos míticos y alojar el archivo histórico de la compañía, lo más cerca posible de las naves de producción.

Aprovechando la forma triangular de la parcela se ha construido un objeto facetado, revestido con paneles de aluminio lacado en blanco brillante. El programa se divide en dos piezas: un zócalo de hormigón y vidrio incrustado en el suelo, y una gran pieza ‘flotante’ —en realidad soportada por tres potentes pilares—; entre ambas, un espacio intermedio, exterior y recubierto de planchas de acero inoxidable altamente reflectante. El espacio principal de exposición mide 5.600 metros cuadrados y su compleja estructura se compone de enormes vigas de celosía en las que se han utilizado miles de toneladas de acero.

Una vez dentro del zócalo, al que se accede desde la calle, bajo la superficie reflectante del podio, los visitantes ascienden al área expositiva mediante un único tramo de escaleras mecánicas que suben varias plantas. El volumen del podio es ciego en todas su fachadas, a excepción de un gran ventanal abierto a sur, y en su interior el contenido de la muestra —más de ochenta vehículos originales y piezas ‘sueltas’ como motores o carrocerías— se desarrolla en una rampa suave contando cronológicamente la historia de la marca. La colección Porsche cuenta con unos 400 vehículos, de los que se muestran ochenta. Todos se mantienen en funcionamiento; en cualquier momento podrían salir rodando —el suelo está preparado para ello—. Las piezas de la exposición permanente se sitúan sobre plintos de vidrio reciclado, mientras que todas las instalaciones necesarias quedan limpiamente integradas en el techo, dando como resultado un espacio claro y diáfano, donde nada sobra.

El mayor reto de diseño y constructivo fue la pieza flotante y la transmisión de su carga a los pilares en contacto con el zócalo, así como la coordinación entre la estructura y las instalaciones. Para ello fue preciso utilizar un modelo paramétrico asistido por ordenador, en el cual a los datos básicos de diseño (la geometría del edificio) se superponían el resto de inputs (estructura, instalaciones, detalles), integrándolos hasta logar soluciones óptimas... [+]


Obra

Museo Porsche en Stuttgart-Zuffenhausen, Alemania.

Cliente

Porsche AG.

Arquitectos

Roman Delugan, Elke Delugan-Meissl.

Colaboradores

Martin Josst (jefe de proyecto); Jörg Rasmussen, Torsten Sauer, Tapio Lassmann, Zoltan Adorjani, Philip Beckmann, Imke Haasler, Hendrik Steinigeweg, Gerhard Gölles, Sebastian Brunke, Tom Hindelang.

Consultores

HG Merz (exposición); Wenzel y Wenzel (ejecución); Gassmann y Grossmann (gestión); Leonhardt, Andrä und Partner (estructura); Interplan, Jürgensen y Baumgartner (instalaciones); Delux (iluminación); Macom (multimedia).

Fotos

Hertha Hurnaus; Duccio Malagamba; Brigida Gonzales.