Las 25 alturas que componen la torre Mischek — nombre que recibe de la empresa promotora, muy involucrada en su diseño—, se elevan sobre Donau City, enclave desarrollado en la última década frente a la antigua Viena y que acoge, entre otros edificios relevantes, la sede de Naciones Unidas y el Vienna International Centre. En este escenario de ciudad moderna e institucional, constituida por edificios entre los que se circula a pie y a los que se accede desde aparcamientos subterráneos o en metro, el rascacielos de 440 apartamentos se levanta dividido en dos piezas escultóricas que responden al entorno urbano inmediato y asumen su papel de hito en el paisaje.

La pieza que emerge frente al parque fluvial lo hace envuelta por una fachada que prolonga la composición de balcones del zócalo —un gran bloque horizontal cuya apariencia, según los dictados del Plan General de Ordenación, debía ser similar a la de la torre— hasta la última planta, generando un velo acristalado que filtra el entorno. Abrazando esta pieza hacia el interior de Donau se sitúa el volumen más alto, que pierde sección conforme aumenta su altura para fundirse visualmente con el cielo, a la vez que se aproxima al horizonte del parque con una planta que se curva como la sección.

Este juego de piezas que se abrazan genera un interior en el que distintos tipos de apartamentos —algunos tienen hasta tres caras de luz— se relacionan a través de un corredor iluminado en sus extremos. Las plantas se ordenan en base a una banda de servicios que se apoya en dicho corredor, permitiendo un espacio diáfano en el que las capas de relación con el exterior constituyen su sello de identidad. Los huecos unen suelo y techo, mientras que los parapetos de los balcones corridos se construyen con paneles de aluminio y vidrio serigrafiado, posibilitando la contemplación del exterior sin obstáculos. Las fachadas laterales incorporan un cerramiento a base de elementos móviles de vidrio, de manera que los residentes pueden cerrar voluntariamente el espacio exterior. Para evitar que esto comprometa el diseño de la torre, se ha ideado una fachada en la que los elementos de vidrio y aluminio se disponen sin un ritmo aparente, de forma que el cierre posterior de algunas piezas no disuelva la imagen general. El proyecto manifiesta su naturaleza pública con una entrada que acerca su escala a la plaza de acceso, con una gran pérgola que precede a un vestíbulo que recuerda el de un hotel, donde muros y techo se construyen con planos de color blanco sobre un pavimento de granito negro...[+]