Hoy en día en Alemania se oye sin cesar una observación especialmente deprimente respecto a la arquitectura y el planeamiento: ≪Se ha acabado≫. ¿Qué es lo que se ha acabado? Hay quien hará creer que se ha acabado la época en que las visiones y los sueños importaban, que ha llegado a su fin la época en que la fatalidad del pasado quedaba transformada en algo nuevo gracias al coraje de construir. La construcción es quizás el único arte esencialmente optimista. Porque nadie puede construir la ciudad y sus edificios si no siente que se abrirán las puertas a un futuro mejor. Sin embargo, hoy en día, el pesimismo y la perdida de coraje frustran el deseo de afrontar el futuro como un reto. Los fantasmas del pasado son invocados de un modo autoritario destinado a minar los extraordinarios logros de la Alemania de posguerra…[+]