Durante la última década, una nueva generación de arquitectos ha entrado en escena en Chile, y su actividad ha suscitado interés nacional e internacional. Si bien es cierto que esta arquitectura convive con la producción, de calidad e interés, de profesionales de otras generaciones, también lo es que ha contribuido a perfilar el nuevo tono que, tal vez más desde fuera que desde dentro, se percibe en la arquitectura chilena. La atención concitada por el pabellón chileno en la Expo 92 de Sevilla o la coincidencia de obras de la Escuela de Valparaíso en la Ciudad Abierta con la de jóvenes arquitectos de esta generación en la Exposición de la UIA en Barcelona, en 1996, son hitos significativos en la caracterización de una nueva arquitectura que comienza a distinguirse como tal...
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