Pabellones, una estética de la evanescencia
Entre la técnica y el arte
Este verano nos ha traído el esperado montaje de las propuestas temporales de tres estudios de arquitectos españoles en prestigiosos foros internacionales: Organic Growth de Izaskun Chinchilla en la Isla de los Gobernadores de Nueva York, ganadora ex aequo del concurso City of Dreams; Cosmo, la máquina purificadora de agua de Andrés Jaque en el MoMA PS1 en la misma ciudad; y la última pieza de la reputada serie de pabellones para la Serpentine Gallery, de José Selgas y Lucía Cano en Kensington Gardens de Hyde Park en Londres. Distintos cauces de difusión habían ido dando cuenta de la nominación de candidatos, los avances de sus programas, en algunos casos hasta la financiación de las campañas, y finalmente la puesta en carga de las promesas. Existe también un triple interés de análisis: el de la realidad y alcance de los resultados finales de estas tres naturalezas artificiales; el del valor paralelo de los procesos de gestación y comunicación; y el inherente a la propia esencia de la arquitectura de vida transitoria...