On-Site: New Architecture in Spain, MoMA, Nueva York, 2006

Hace poco, la artista Lara Almarcegui señalaba que «no se cultiva un huerto para generar la Gran Lechuga sino por el placer de la actividad en sí misma». Promover y hacerse cargo de un huerto es una actividad que puede desafiar las nociones de hipertrofia productiva y espectacularización implícitos en el concepto ‘Gran Lechuga’, para desplazar los debates hacia prácticas cuya finalidad sea construir y expandir los vínculos afectivos y políticos. Es curioso comprobar cómo la comprensión de la arquitectura producida en España durante las dos últimas décadas ha venido marcada por esa imagen de la ‘Gran Lechuga’. Un retrato simplista auspiciado en gran medida por los medios de comunicación más generales y canalizado a través de varias vertientes que se han tratado de conectar entre sí. Por un lado, las intervenciones…[+]