
Kevin Roche, Fundación Ford, Nueva York
Algunas arquitecturas han evolucionado desde una valoración epitelial del lenguaje a una reproposición literal de las técnicas tradicionales como soporte, lo cual dota de mayor espesor a la decisión inicial de romper con la tradición moderna.
Nos encontramos así con una segunda oleada de nostálgicos convencidos, armados ahora con un discurso considerado «rigurosamente disciplinar». En quince años hemos pasado de aquellos dibujos que recortaban ventanas con duras sombras arrojadas a las actuales secciones constructivas repletas de fábricas de ladrillo, en las que orgullosamente se defiende el principio de identidad entre construcción y forma…[+]