Sostenibilidad 

Por qué no dibujamos flechas (casi nunca)

Iñaki Ábalos 
31/10/2014


Algunas veces nos han preguntado cómo integramos la idea de termodinámica en nuestros procesos de proyecto y por qué somos tan reacios a enseñar la ‘cocina’ operativa de estos procesos, seguramente porque el cliché sostenible parece exigir como principal resultado diagramas con flechas, secciones con degradados de ‘Illustrator’ del rojo al azul o gráficos ‘Ecotec’ multicolor…

El intento que estamos llevando a cabo tanto en el ámbito académico como en nuestra práctica profesional no busca usar ni exhibir esta parafernalia, sino primar un conocimiento cualitativo desde la arquitectura y una visión holística que ha existido en casi todas las arquitecturas históricas (pero sólo en casos excepcionales en la moderna), y que hoy puede decirse que es ya, casi, una ‘lengua muerta’, aunque probablemente sea más necesaria que nunca.

Entendemos que una integración cualitativa de los principios termodinámicos en los procesos de proyecto es la materia principal del arquitecto. Los análisis cuantitativos entran en la esfera de la ingeniería y, aunque las fronteras son dúctiles y la permeabilidad es positiva especialmente si los contextos son complejos, es necesario afirmar que las aproximaciones cualitativas no son materia gráfica ni se aprenden usando ningún programa informático; están basadas en pocos principios y en una cuantas fórmulas, y se ofrecen simplificadas en tablas prácticas dedicadas al clima o a los materiales (cartas psicrométricas, cartas de propiedades de materiales Ashby…) que carece de interés mostrar pero son de gran ayuda. Otros documentos de orden conceptual, como los triángulos de Behling, son una extraordinaria representación de la necesidad de priorizar los problemas de forma y materia esenciales para lograr un buen rendimiento termodinámico desde el principio, tema este de los inicios esencial para evitar después prótesis que las más de las veces muestran las carencias del diseño original, afean el conjunto y encarecen el mantenimiento y la construcción.

Los protocolos que proponemos a los alumnos (véase el texto ‘Prototipos y protocolos’) explican bien algunos procedimientos que hemos ido individualizando con la ayuda de expertos internacionales. Una vez usados, es difícil alejarse de ellos. Estos procedimientos conducen a lo que hemos denominado ‘monstruos termodinámicos’ por su carácter aditivo (con ellos se identifica todo lo que potencialmente es operativo en el proyecto). La termodinámica y la arquitectura son sintéticas e, igual que la ingeniería, siempre priorizan aquello que es imprescindible, de acuerdo a un proceso dual que nosotros hemos denominado listing and ranking...[+]


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