© Lindsay DeDario
Martin Wolf y Kohei Saito son figuras antitéticas: el veterano analista económico del Financial Times y el joven profesor de filosofía en la Universidad de Tokio abordan el estado del mundo desde ópticas contrapuestas, y sin embargo coinciden en detectar una crisis sistémica, para la que proponen terapias diferentes. El septuagenario periodista británico, doctor honoris causa de la London School of Economics, recuerda el genocidio antisemita que arrastró a sus padres hasta Londres para justificar su pesimismo, que basa en una clara conciencia de la fragilidad de la civilización, y con The Crisis of Democratic Capitalism da una vigorosa señal de alarma ante el riesgo que hoy corre la democracia, amenazada tanto por el capitalismo rentista como por el populismo autoritario. El treintañero filósofo japonés, doctorado en la Universidad Humboldt de Berlín y autor de bestsellers como La naturaleza contra el capital y el actual El capital en la era del Antropoceno, llama también a rebato ante la grave crisis existencial a que se enfrenta una civilización cuya actividad económica destruye la naturaleza y nos conduce hacia la catástrofe medioambiental.
A Wolf le preocupa la ruptura del equilibrio entre la economía y la política, lo individual y lo colectivo, lo nacional y lo global, y un desacople entre la economía de mercado y la democracia liberal que ha tenido como resultado la incapacidad del sistema para suministrar a las poblaciones seguridad y prosperidad, dando lugar a la pérdida de confianza en las élites y el ascenso de lo que denomina —poniendo de ejemplo a Donald Trump— ‘plutopopulismo’, la explotación de temas populistas para fines plutocráticos. Confiando en la recuperación del hoy ausente debate racional e informado entre los ciudadanos, propone una reforma del capitalismo democrático que atienda a los desafíos de la gobernanza global y del medio ambiente planetario, soportado en el doble pilar de la ejemplaridad de las élites y la recuperación de la idea de ciudadanía a lo largo de las líneas expuestas en el manifiesto que cierra el volumen y que Arquitectura Viva publicó en la última página del número 254. Encabezado por la cita del templo de Apolo en Delfos —‘De nada en exceso’—, el libro del respetado analista británico es una síntesis equilibrada y lúcida de la necesidad de reconciliar capitalismo y democracia, cuando ni el uno ni la otra atraviesan su mejor momento.
En vertiginoso contraste, Saito se enfrenta a la misma crisis —aunque en su caso con un énfasis climático y medioambiental más acentuado— con una inesperada nueva lectura del pensamiento de Karl Marx, donde halla elementos ecológicos como su defensa del «metabolismo que se da entre el hombre y la naturaleza» y que provienen del proyecto MEGA (Marx-Engels-Gesamtausgabe), la publicación de las obras completas de ambos en más de cien volúmenes, en el que interviene el japonés junto a muchos otros investigadores de todo el mundo. Estas tesis llevan al filósofo a considerar el estilo de vida de los países desarrollados incompatible con la moderación del cambio climático, y a preconizar un decrecimiento que de ninguna forma puede darse bajo el capitalismo, por lo que su alternativa es el ‘comunismo decrecentista’, en sintonía con las ideas del geógrafo David Harvey o el historiador Andreas Malm (cuyo Capital fósil se reseñó en Arquitectura Viva 237). Defensor de los bienes comunes, de la reducción de la jornada laboral o de la revalorización de las actividades esenciales, e inspirado por experiencias cooperativistas como la de Mondragón y urbanas como la de Barcelona en su Declaración de Emergencia Climática, el libro está redactado con la prosa urgente de quien desea llamar a sus lectores a la acción.
Con el capital y contra el capital, los dos volúmenes coinciden en el diagnóstico de la crisis y en la exigencia de reaccionar colectivamente para evitar un futuro de degradación y barbarie.
