MIT Simmons Residence, Cambridge
Steven Holl 

MIT Simmons Residence, Cambridge

Steven Holl 


El campus del Massachusetts Institute ofTechnology se halla inmerso en un ambicioso proceso de ampliación que incluye la construcción de más de una docena de nuevos edificios y la renovación de otros existentes. Poseedor de un valioso legado arquitectónico moderno—del que forman parte la Baker House de Alvar Aalto (1949), el auditorio y la capilla de Eero Saarinen (1953-1955) o el Dreyfus Chemistry Building de I.M. Pei (1967)—, el MIT quiere incrementarlo con el concurso de, entre otros, Kevin Roche & John Dinkeloo, Fumihiko Maki y Frank Gehry. El primero de estos nuevos edificios en inaugurarse ha sido el Simmons Hall, una residencia estudiantil para 350 alumnos situada en Vassar Street —próxima a unas vías de ferrocarril rodeadas de viejos edificios industriales—, donde deben construirse aún dos residencias más.

De la situación limítrofe entre el campus y la ciudad de esta residencia se deriva su constitución ‘porosa’; es un fragmento vertical de ciudad con diez plantas de altura y 115 metros de longitud que permite a sus habitantes disfrutar de dotaciones urbanas como un teatro, de 125 plazas, y un café nocturno. Situado en la planta baja, el comedor es como un restaurante con fachada a la calle y mesas al aire libre protegidas por un toldo. Con 2,40 metros de anchura, los pasillos que comunican las habitaciones son la calles de esta ciudad; y al igual que en la Baker House de Alvar Aalto, el vestíbulo es casi un salón.

Aplicado a la nueva residencia universitaria, el concepto de ‘esponja’ transforma su morfología a través de una serie de funciones programáticas y biotécnicas. El volumen total se perfora con cinco pozos multiformes de gran escala que corresponden aproximadamente a las entradas principales, los corredores panorámicos y las terrazas (para una de ellas Dan Graham ha proyectado una obra de acero y vidrio titulada Ying/Yang), conectadas con otros usos como el gimnasio. Un segundo orden de huecos produce la porosidad vertical del bloque, a través de un sistema de superficie libremente transferido a la trama de la esponja en planta y en sección. Estas aberturas verticales generosas y dinámicas son los pulmones del edificio: llevan la luz natural hacia abajo e impulsan el aire hacia arriba, a través de la sección. La adopción de un único sistema estructural —de tipo PerfCon u hormigón perforado, con paneles prefabricados de 3 x 6 metros, en los que caben 18 cuadrados, que se montan con grúa y se revisten de material aislante— permite la máxima flexibilidad e interacción entre los distintos elementos.

Cada una de las habitaciones individuales, de 2,79 metros de altura, dispone de nueve ventanas practicables de unos 60 x 60 centímetros, algunas de cuyas jambas se han pintado con colores primarios —en una escala cromática que prácticamente se identifica con el diagrama de las cargas— para dotar a la retícula de otro nivel de espesor que se hace más patente desde un punto de vista lateral, de modo que el edificio parece mudar del gris plata al color.

El grosor del muro de cerramiento, de 45 centímetros, protege la residencia del sol veraniego de manera natural, mientras que la poca inclinación del sol en invierno ayuda a caldearla. Procedente de las ventanas de cada habitación, la luz noctura que desprende el conjunto tiene un singular halo mágico... [+]


Obra

Residencia de estudiantes Simmons Hall, MIT, Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos. 

Cliente

Massachusetts Institute of Technology.

Arquitecto

Steven Hollcon Timothy Bade.

Colaboradores

P. Burns, G. Barman-Kramer, M. El-Kadi, A. Goderbauer, M. Hoang, Z. Jameleddine, M. Johnson, E. Langdalen, A. Lee, R.H. Lin, S. O’Dell, C. Wassmann; Perry Dean Rogers & Partners: Mike Waters (estudio asociado); G. Nordenson, C. Diamond (estructura); Ove Arup (instalaciones); Fisher Marantz (iluminación).

Contratista

 Daniel O’Conell’s Son. 

Fotos

Andy Ryan.