El Higgins Hall, sede de la Escuela de Arquitectura del Pratt Institute en Brooklyn, Nueva York, es un complejo de edificios de mediados del siglo XIX, con planta original en H, cuyo cuerpo central fue destruido por un incendio en 1996. El proyecto de Steven Holl—que es la primera actuación del arquitecto para una institución académica en Nueva York— propone la reunificación de las alas norte y sur preexistentes, de ladrillo, mediante la inserción de un nuevo cuerpo ligero y translúcido. El programa incluye una nueva entrada y vestíbulo general para el edificio, un auditorio, aulas y estudios para la enseñanza de arquitectura, un espacio de creación digital y una galería de exposición artística.

Los dos edificios extremos tienen alturas de forjados diferentes. La necesidad de unirlos funcionalmente a través del nuevo cuerpo central se resuelve mediante una estructura de forjados contrapeados. El desencuentro entre los distintos niveles se salva por un sencillo sistema de suaves rampas que recorren verticalmente el edificio de norte a sur, señala la entrada principal de la escuela y dibuja la extrusión cristalina de sus fachadas.

A ambos lados del cuerpo central se crean dos patios pavimentados con ladrillo rojo recuperado tras el incendio. El patio occidental conforma la entrada principal desde St. James Place, mientras que el opuesto abre el edificio hacia el gran espacio ajardinado del interior de la manzana. Sobre el plinto de ladrillo, la pieza de vidrio se soporta por una esbelta estructura de vigas y pilares de hormigón prefabricados en Canadá. El vidrio estructural y su aislamiento translúcido de color blanco forman una piel delgada y brillante que se interrumpe en la zona de encuentro entre forjados, dando lugar a una composición de paneles de vidrio transparente en la fachada. La sección se corona por un lucernario doble que ofrece simultáneamente luz de orientación norte y sur, reforzando así el argumento de un proyecto que intenta hallar la armonía en el encuentro de elementos discordantes... [+]