La casa Caballero se encuentra en el Condominio los Refugios y dentro de la comunidad de Lo Barnechea, a pocos kilómetros de Santiago, una zona residencial con impresionantes vistas sobre la cordillera de los Andes. El terreno sobre el que se asienta ocupa 5.000 metros cuadrados, de los cuales sólo 200 corresponden a la casa. Con la intención de interferir lo menos posible en el espectacular paisaje que la rodea, se ha intentado reducir al mínimo el contacto de la construcción con el terreno. Así, el proyecto puede definirse como un conjunto de plataformas cubierto con una ligera envolvente de madera pintada de blanco, que se deposita con delicadeza sobre el suelo. Desde el interior se hace visible esa continuidad natural que se procura, en la medida de lo posible, mantener. La estructura de la casa es enteramente metálica, y los revestimientos son de madera de pino tinglada en el exterior y de volcanita en el interior.

Tres ideas fundamentales se han tenido en cuenta en el diseño y su materialización: en primer lugar, las plataformas sobre las que se asienta la casa se disponen en sentido longitudinal, en paralelo con la pendiente, y están conectadas entre sí mediante rampas que hacen visible y acentúan la longitud de lo edificado. En segundo lugar, la relación entre interior y exterior está articulada de tal forma que quedan potenciadas las vistas lejanas hacia las montañas y se evita el contacto con las construcciones más próximas, que se enfrentan con el lugar en vez de adaptarse a él. En tercer lugar, la luz natural penetra en los espacios domésticos a través de aperturas practicadas a ras del suelo o del techo, dispuestas de tal manera que la iluminación sea homogénea y para recoger sus variaciones según las horas. De este modo se consigue una luz fría al amanecer, que se va haciendo vez más cálida conforme avanza el día hasta la puesta del sol, siendo radicalmente distinta la experiencia del espacio interior por la mañana o por la tarde...[+]