Viviendas, locales y aparcamiento, Barcelona
Manuel Ruisánchez 

Viviendas, locales y aparcamiento, Barcelona

Manuel Ruisánchez 


Dentro del proceso de reforma del barrio de la Trinitat Nova, un área bastante degradada del noreste de Barcelona, el instituto catalán del suelo ha decidido incrementar la oferta residencial con un total de 249 viviendas subvencionadas, cuyo desarrollo se ha previsto en dos fases consecutivas. La primera de ellas sitúa en un solar en esquina, ubicado en la parte del barrio donde la trama está más consolidada, un bloque de cinco alturas que alberga sesenta viviendas y otras tantas plazas de garaje, además de seis locales comerciales; la segunda dispone tres torres y un prisma alargado en una zona más alta y menos densa del distrito, con la finalidad de generar un límite físico entre la ciudad y la montaña y propiciar además una salida hacia la sierra de Collserola. Mientras las 189 viviendas que componen esta segunda fase se hallan todavía en construcción, el edificio que constituye la primera se ha concluido recientemente.

Parte de un proceso de mejora del barrio que incide en la dotación de vivienda social, el bloque alberga 60 hogares con una fachada diseñada para acercar el exterior, e instalaciones específicas para el ahorro energético.

Paralelo a la calle Chafarinas, el bloque se dota de tres accesos por medio de sendos portales conectados con los patios. Al aparcamiento, alojado en un zócalo de hormigón que salva el desnivel de la parcela, se llega desde dos entradas peatonales y una rampa en la parte posterior, donde se ha previsto la creación de una zona verde. Ordenadas en dos bandas de orientación norte-sur, las viviendas responden a demandas de 4, 5 y 6 personas, incluyendo unidades adaptadas para minusválidos. La cocina y los servicios se alinean en una crujía central que incorpora a su vez los tres patios, mientras las salas de estar y los dormitorios ocupan las dos bandas exteriores. Sólo los testeros del prisma rompen el orden establecido: en el costado sur la sala gira buscando la mejor orientación; en el flanco norte se evita en lo posible la apertura de huecos.

Una fachada ventilada, con hoja interior de ladrillo y otra exterior de paneles prefabricados de cemento, sílice y fibras envuelve las partes ciegas. Los huecos quedan detrás de una terraza continua con lamas horizontales de aluminio.

Las fachadas longitudinales se desdoblan formando una terraza continua que prolonga el ámbito de las estancias interiores. Los paneles prefabricados que envuelven el volumen —compuestos por cemento, sílice y fibras de celulosa compactadas, con un grosor de ocho milímetros—se sustituyen en las terrazas por persianas de lamas horizontales fijas de aluminio anodizado, cuya dimensión permite asimilarlas a los paneles y otorga al cerramiento una lectura unitaria. La estructura se ha resuelto con un forjado reticular y dos crujías perimetrales de grandes luces. En la distancia, las tres columnas verticales que alojan las comunicaciones asoman en la cubierta coronadas por el plano inclinado de las placas solares, mostrando al exterior el ritmo pautado con que se ha organizado el interior.


Cliente Client

Instituto Catalán del Suelo (Generalitat de Cataluña)

Arquitecto Architect

Manuel Ruisánchez

Colaboradores Collaborators

O. Fernández, X. Sans; E. Arán, L. Taberner (aparejadores quantity surveyors

Consultores Consultants

J. F. García, M. A. Sala (estructura structure); J. González Gou (instalaciones mechanical engineering)

Contratista Contractor

Comapa

Fotos Photos

Tony Coll